Capítulo 17

1908 Palabras

CAPÍTULO DIECISIETE Tirando de sus caballos, el grupo de jinetes miró a través del matorral abierto hacia la pequeña granja. Parecía desierto y el silencio era total. Frotándose la mandíbula, Mario se tomó un momento para mirar a su alrededor antes de gruñir: “Se han ido”. —No lo sabes con seguridad, —siseó Martindale. —Podrían estar acobardados por dentro, como los perros sarnosos que son. —Hay una niña allí, —dijo Reece, —en caso de que lo hayas olvidado, la que Toby violó. —No he olvidado nada, —contestó Martindale. —Todo lo que me importa es ese sacerdote. Lo quiero colgado de sus bolas antes de que termine esta tarde. —¿Qué pasa si lo ha hecho? —Entonces lo rastrearé. No pudo haber ido muy lejos. Pero primero, revisemos la casa. Hizo un gesto a dos de los vaqueros, —rodea por la

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR