Mientras Ivanka metía todos los objetos super costosos que Alexander había comprado para el pequeño Simba, Ivanka desde lejos escuchaba como una especie de silbido el cual venía desde las escaleras. Los objetos que Alexander compró eran muchos, por lo que, ella, estando aún adormitada se estaba tardando un poco en meterlos. —Ah, que se puede esperar de un hombre que había decorado toda esta casa con jarrones de casi diez mil dólares. Me imagino como estará remodelando esa supuesta casa en donde vive, seguro debe tener retretes de oro. Luego, la mujer estando ahí en la puerta de su casa miró que una persona salió de la puerta de las escaleras de emergencia de esa torre. Aquel hombre era encorvado, calvo y con los dientes amarillos. Su aspecto era algo lúgubre y tenía el uniforme de limpie

