En ese instante, Ivanka paseando su mirada sobre su rostro, entrecerrando sus ojos le contestó: —No lo sé, pero hay algo que no me cuadra en ti, eres medio extraño—Ivanka teniendo sus brazos cruzados, se acercó más a él intimidándolo un poco. Era obvio que Alexander, no sabía lo que le pasaba con ella. Su corazón de nuevo palpitaba muy fuerte y no podía quitarle la mirada de encima. Entonces, la miró con sus intensos ojos verdes, y le respondió: —Yo no soy extraño, ya te dije que esta ciudad es pequeña y que solo por mera casualidad que nos conseguimos. Ella haciendo una sonrisa burlona, le contestó: —¿Mera casualidad? Pues a mí no me parece—Con sus brazos cruzados comenzó a caminar por todo el apartamento y mirando todo a su alrededor vio que casi los dos tenían los mismos adornos.

