Capítulo 2

1326 Palabras
Hoy es mi aniversario de bodas, cumplimos diez años de casados. Llevo bregando que Luna se bañe para que se vayan a casa de su abuelita, quiero tener una noche para nosotros dos solos. Llamo a mi mamá y le pido, le imploro que por favor pase por las niñas en una hora, tengo el tiempo justo para terminar de preparar la cena, bañarme y cambiarme, me compre un vestido nuevo y se que a Mark le gustara mucho, hace dos meses que no tenemos intimidad por su trabajo, llega cansado y demás, se que le toca muy duro por eso lo quiero sorprender totalmente. — Mamá no quiero ir donde abue — Habla Lucía, mi hija menor. — Ella no nos cuenta cuentos, solo nos canta. — Mamá ella es toda exagerada. — Luna señala a Lucía. — sencillamente abue no ve bien de noche. — ¡Ya no más niñas! Hoy necesito que se queden allá, su papá y yo debemos celebrar, debemos hacer cosas de esposos. Así que sin refunfuñar, si su abuela no les puede leer pues sencillamente se conforman con el canto. — Las dos bajan la mirada y responden con un sí. Sigo preparando la cena y le empaco a las niñas un poco de fruta para que lleven. Mi mamá llega y me saluda, llama a las niñas para irse con ella. Mi mamá cuida al hijo de mi hermana, así que hoy jugarán los tres ya que hace mucho no se ven. Las niñas se van y aprovecho para verificar por última vez y dejar todo en el horno, le prepararé su comida favorita pollo al horno con piña. Subo a la habitación y coloco velas aromáticas en cada parte y entró a bañarme, es un baño rápido ya que no quiere que me coja mal parada, seco mi cabello lo recojo y me colocó un juego de lencería nuevo, después el vestido, es un vestido que me queda a mitad del muslo y es olgado de la cintura para abajo no quiero que se me vea mal el abdomen por la flacidez que quedó después del embarazo. Me aplicó un poco de maquillaje enfatizando en el labial, también me pongo mi loción de vainilla, es mi favorita. Estoy lista me miro en el espejo y me veo bien, me siento bien. Bajo las escaleras y terminó de organizar la mesa con un par de velas color rojo, saqué una botella de vino tinto y un par de copas, fui a la cocina y revisé la cena por última vez y me senté a esperarlo. Pasó una hora y aún no llegaba, se supone que salía a las cinco, le marqué dos veces y se iba a buzón, no sé si salir a buscarlo. De un momento a otro llegó. — Amor estaba muy preocupada por ti. — corrí a abrazarlo. — El trabajo Isabella, Isa ha sido agotador todo el día con inversionistas de un lado a otro, pero como vas a entender. La verdad estoy muy cansado y me quiero acostar a dormir, mañana debo ir de viaje relámpago hasta New York así que debo descansar para estar más que listo ¿Espero y me apoyes? — Dice mirándome fijamente. — Oye ¿y las niñas? no han venido a saludarme, normalmente corren cuando escuchan la puerta. — Están con mi mamá, quise que tengamos una noche para los dos solos, romántica, ya sabes por lo de nuestro. — No termino de hablar porque me interrumpe. — ¿Pero por qué no me preguntaste?, no me gusta que tomes esas decisiones sin consultarme Isa. Tu deber es cuidarlas no que tu mamá las cuide. — Se quita su saco. — Traeme por favor algo de cenar, todo esto me causó mucha hambre, tengo una cantidad de estrés acumulado. Me voy a la cocina con un nudo en la garganta, no es la primera vez que él tiene ese comportamiento, de un tiempo para acá el cambió su actitud, sus actos ¿Se cansó de mí? Tengo tantas preguntas que no se si estoy lista para sus respuestas. Salgo de la cocina con el pollo. — Amor, que delicia de comida, por eso amo tenerte en la casa, imaginate si trabajarás como querías, yo llegaría y no tendría estas sorpresas. — Parte el pollo y come un trozo. — ¿En verdad no recuerdas la fecha?, Amor quiero saber si aún quieres estar conmigo, me siento sola, ya no me tocas… ¿no te genero nada? Ni notas lo que hago por ti. Él mira su celular y manda una mano en la cabeza. — Ash lo olvide, nuestro aniversario. Disculpame solo que ahora tengo muchas cosas en la cabeza, con más importancia, yo te amo Isa no lo dudes, eres el amor de mi vida… pero estoy agotado otro día te lo recompensare. — Me da un beso y se retira de la mesa. Y así quedó frustrada como muchos días, no entiendo, se que no tengo el mismo cuerpo que antes, que muchas veces me siento descuidada ¡Dios! Agarró mi cabeza y empiezo a llorar. ¿Dónde está la mujer empoderada y segura de sí misma? , esto no es lo que soy, hay que demostrar de que estoy hecha y más si es por mi matrimonio. Voy a la habitación y él está en la cama viendo su teléfono, debo tener confianza en mi misma, quizá por eso él no me desea. Me paro frente a la cama dándole la espalda y me empiezo a quitar el vestido lentamente, lo miró de reojo y sigue distraído pero debo seguir con mi plan. Paso por alrededor de la habitación hacia el baño para tomar mi pijama, me posicionó frente a la puerta y me quito el sostén, coloco la blusa de tiras y bajó mis bragas lo miró y se dio cuenta de mi desnudez, subo mis shorts y voy hacia la cama. Me acuesto y levanto sensual mente una pierna, él sigue atento a cada movimiento. Me acuesto pero olvidó intensionalmente arroparme, y lo logré. Él besa mi hombro y posa su mano en mi intimidad. — Estoy cansado pero por ti haré una excepción, no puedo negar que te ves muy sabrosa. — Habla mientras muerde mi cuello. Al escuchar esa expresión no se si sentirme halagada o humillada, por lo general él no me hablaba de esa forma. Me gira y me da un beso rápido, ni siquiera sé desviste, solo baja su pantalón y su ropa interior, abre mis piernas y con su mano estimula un poco mi clítoris y me penetra, comienza a moverse y siento su respiración en mi cuello se mueve una y otra vez hasta que se corre dentro de mi, se sale y me da un beso. Yo quedo pasmada, fue más para él que para mí, no hubo juego previo, ni besos o caricias solo quería meterlo y ya. — Te amo Isa, eres grandiosa. — dice mientras acomoda sus pantalones. —Debo dormir y tu también debes traer a las niñas temprano para alcanzar a despedirme. — No respondo nada. Me doy media vuelta, es inevitable no sentirme mal, esto no era lo que yo planee, lo que yo quería. Quería que tuviéramos sexo como antes no sólo por cumplir y ya. Seco mis lágrimas y me acuesto a dormir. Muchas veces vemos esto como normal, ¿Por qué?, sencillo: la monotonía hace que pensemos que todo esto es de lo más normal y no, merecemos un amor bonito, merecemos recibir lo que damos, merecemos tener estabilidad emocional y que nuestra pareja cumpla no solo por cumplir, es difícil ya que desde pequeños nos inculcan que eso es lo que debe pasar en una relación, que ese es el deber ser de un matrimonio al transcurso de los años. Al permitir eso no sólo nos hacemos daño a nosotros, también a nuestra familia.
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