Confesiones amargas

1975 Palabras

Tony sintió que su sangre hervía más que una olla de chili en el infierno. Miró a Johnson, luego a Marjorie, su mente trabajaba más rápido que un caballo desbocado, tratando de entender qué demonios estaba pasando. — Bueno, ya que estamos todos aquí—dijo Tony, con su voz cargada de sarcasmo— ¿Por qué no nos iluminas, Johnson? Y hazlo rápido, antes de que decida usar tu cara como saco de boxeo. Johnson soltó una risa. — Ah, Treviño, siempre tan elocuente, pero, ¿Por qué no dejamos que la señorita Blackwell nos cuente? Marjorie dio un paso adelante, en su rostro se reflejaba la culpa. — Tony, yo... Pero Tony la interrumpió, su mirada estaba fija en Johnson. — No, princesa, quiero escucharlo de la boca de este buitre con traje. Vamos, Johnson, suéltalo ya, ¿O necesitas que te ordeñe l

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR