CAPÍTULO 15: FISGONEANDO NARRA NOEMIE LACROIX El sol ya entraba con mucha intensidad en la habitación cuando abrí los ojos. Estaba segura de que había dormido más de la cuenta, porque mi cuerpo se sentía bastante descansado y los golpes que habían provocado la bomba que volcó nuestro coche, ya no dolían tanto como el día anterior. Suspiré y estiré mis brazos y espalda, mientras todavía permanecía acostada en la cama. Volví a suspirar y me quedé viendo el techo durante algunos minutos. Se sentía extraño estar allí y no sentirme atemorizada, al menos no como debería de haberlo estado. No tenía idea del por qué aquel extraño hombre me causaba confianza, aunque todavía no sabía cómo había ido a parar a su casa, cuando me encontraba siendo prisionera de Domenico de Giorgio. Tenía muchas pre

