-Hoy cumplo quince días en este maldito hospital, mi ex suegro se ofreció a pagar por mi estadía aquí pero como sabrán lo mandé a volar.-
-Tania me envió un mensaje de texto, decía que lo lamentaba mucho y esperaba que todo mejorara, días después la vi en las noticias, anunciaba su boda con Augusto.-
-Andrés siguió en el colegio, ya estaba pago por el año así que no había problema, lo único era que Jazmín lo llevaba en su auto y lo recogía, ya no había conductores a nuestra disposición.-
-Buen día señor Holmes.-Entró el médico a mi habitación.-
-¿Trae noticias buenas?- pregunté mirando hacia la ventana, llevo una semana usando silla de ruedas.-
-La verdad es que no, las pruebas no son positivas, su sistema nervioso no está respondiendo como debería, haremos mas pruebas.-
-Quiero que me den la salida, no quiero seguir en este lugar.-
-Señor aún no se recupera.-
-Ni lo haré, así que ordene mi salida.-
-Seguí viendo el horizonte, la verdad es que ni siquiera prestaba atención a lo que sucedía afuera, mi mente estaba en Andrés, él no merece un padre inválido.-
-Mi señor buen día.- Jazmín había llegado.-
-Ya dejé al Joven en el colegio, vine para mencionarle que ya llegaron las facturas de este mes, ¿me dará el dinero para pagarlas?-
-Déjalas, yo las pagaré, por ahora alista mi ropa, hoy saldré de este lugar.-
-¡Que buena noticia! Eso significa ¿que ya se mejoró?-
-Haz lo que te digo.-
-Al rededor de una hora llegó el doctor, informó que podía irme, debía continuar con las terapias y medicamentos, instruyó a Jazmín para que siguiera los ejercicios en casa.-
-Señor ya podemos irnos.- Ella intentó empujar mi silla pero no lo permití, yo lo hacía solo.-
-Llegamos a su auto un Ford gama baja, siempre pensé que le pagaba muy bien a Jazmín, creo que le alcanzaba para algo mejor.-
-Déjeme ayudarlo.-
-¡No me toques!-
-Me acerqué al puesto de atrás, me sostuve de la puerta y de un brinco me subí, la silla voló lejos, yo me acomodaba mientras ella guardaba todo.-
-El camino duró media hora, yo solo observaba por la ventana la ciudad, tantas veces pase por estos lugares y jamás los detalle.-
-Llegamos al departamento, un golpe a mi ego me habían dado, este lugar era del tamaño de mi antigua habitación en la mansión, me había acostumbrado a tantos lujos que ya no se vivir sin ellos.-
-Bienvenido señor a casa ¿Le preparo algo de comer?-
-Si.- respondí mientras me dirigí a la que sería mi habitación.-
-Todo estaba impecable debo decir, pero no me sentía cómodo, mi silla de ruedas casi no entra por la puerta de la habitación.-
-Me hice cerca a la ventana, veía la gente correr, autos pasar a toda prisa, la vida para todos ellos parece simple.-
-Tome mi celular, tenía que pagar las facturas de los servicios públicos, uno a uno lo iba haciendo, en mi cuenta bancaria aún había dinero, al menos eso me tranquilizaba.-
-Jazmín trajo mi comida, me la dejó y se marchó, yo solo la vi de reojo pero nada me antojo.-
-Decidí recostarme un rato, ¿qué más podía hacer?-
-Creo que estaba profundo cuando mi celular sonó.-
-¿Bueno?-
-“Hola Rodrigo”-
-Abuelo.-
-“No te pregunto cómo estás por qué eso ya lo sé, quería saber si ya tomaste una decisión”.-
-Si, iré a la hacienda.-
-“Enviaré el conductor por ti y tu hijo, mañana espero verte aquí.”-
-Esta bien.-
-Colgué el teléfono, ya no tenía más que hacer, no me darían empleo en esta ciudad y tampoco iba a permitir que sintieran lástima, solo me preocupa Andrés, no sé si se adapte a ese estilo de vida.-
-Ya en la tarde llegó mi hijo, el pasó directamente a verme.-
-Padre que bueno que estés en casa.-
-Hijo ¿cómo te fue?-
-Lo mismo de siempre.-
-Quiero que sepas que mañana nos iremos a la hacienda, el abuelo enviará alguien para que nos lleve.-
-Vaya eso sí que fue pronto.- mencionó
-Alista tu maleta.-
-Bueno será comenzar una nueva vida.- mencionó saliendo.-
-Señor el joven mencionó que se marchan.-
-Así es.- respondí
-¿Qué pasará conmigo?.-
-Eres libre Jazmín.-
-Señor pero los he acompañado por tantos años, no puede abandonarme.-
-Jazmín iremos a vivir al campo, ¿acaso no tienes familia?-
-No señor, solo los tengo a ustedes, por favor déjeme ir, yo seguiré encargándome del joven y le puedo ayudar con sus cosas.-
-Se que Andrés la aprecia, quizás ella tenga razón y necesite alguien que me conozca en ese lugar.-
-Esta bien, alista tus cosas, mañana nos iremos.-
-¡Gracias!- la vi como tomó los platos de mi comida y salió corriendo.-
-Una noche más que pase sin dormir, siempre que trataba de despejar mi mente volvía a mi el recuerdo del día en que me despojaron de todo, la ira y el enojo se apoderaba de mí.-
-La mañana llegó, escuchaba que afuera había un alboroto, mi hijo ya estaba listo.-
-Buen día señor, vengo ayudarlo a tomar una ducha.-
-Observé el baño, en el hospital lo hacía solo, el lugar estaba adecuado para que entrara la silla, pero aquí no.-
-Ayúdame a ingresar y me dejarás solo.-
-Jazmín preparo todo, me ayudo a entrar, ella me iba a desvestir pero quité sus manos.-
-No me toques.-
-Señor déjeme ayudarle.- Ella seguía suplicando mientras me iba soltando los botones.-
-Pude detallar su rostro, creo que jamás lo había hecho, tenía los ojos verdes, ligeras pecas, pero por más que quisiera no llamaba mi atención, ella respiraba agitada mientras me ayudaba.-
-Señor.-
-Sus manos ya no estaban en mis prendas ahora acariciaba mi pecho, ella se acercaba a mis labios, quería besarme.-
-Lárgate.- mencioné corriendo mi rostro.-
-¿Señor?-
-Vete.-
-Se que ella está enamorada de mí pero yo no puedo verla más que como una empleada, y si somos honestos no podría complacer a nadie en este estado.-
-El baño tomó al rededor de dos horas, fue realmente difícil hacerlo solo, pero no iba a permitir que Jazmín me tocara.-
-Al salir mi ropa estaba en la cama, lentamente me arreglé, escuchaba Andrés gritar informando que ya habían llegado por nosotros.-
-Efectivamente había un auto por nosotros, el conductor se bajó y saludó, el poco a poco acomodó nuestras cosas en el maletero.-
-Me acomodé en la parte de atrás, Andrés iba a mi lado y Jazmín al frente con el conductor, el camino a la hacienda era largo así que lo mejor era tratar de no pensar en nada.-
-6 horas después por fin habíamos llegado.-
-Papá está lugar es inmenso, ¿será nuestro?-
-Eso espero Andrés.-
-Comenzamos a bajarnos, el buen Julio llegó a mi lado, ya se veía viejo.-
-Señor que placer verlo.-
-Julio fue lo único que respondí.-
- Yo observaba todo el lugar mientras me acomodaba en la silla, a lo lejos pude ver como corría un caballo, detrás iba un jinete a todo galope en un bello semental.-
-¡Cuidado ese animal no tiene control!.- Era Raúl el capataz quien gritaba para que nos alejáramos.-
-¡Andres corre hacia la casa!- Mencioné
-¡Nadie se mueva! Mi niña lo controlará, si corren el caballo los atacarán.- Fue Julio en que habló.-
-Había tanta tensión en el ambiente que no sabíamos qué hacer.-
-Yo no entendía nada, hasta que vi que un lazo fue amarrado en el cuello del caballo salvaje, el jinete al otro lado, se tiró de su caballo para subirse al salvaje, yo estaba asombrado como es que pudo hacer algo así, pero mi mandíbula quedó en el suelo cuando vi que su sombrero cayó.-
-El cabello castaño largo salió ondeándose con el viento, era Adaluz quien sonreía mientras trataba de tranquilizarlo.-
-Calma bonito, no tengas miedo.- susurraba
-¡Ada traerlo al corral!- gritó Raúl.-
-Hija estás loca.- Mencionó Julio.-
-Ella comenzó a girar, hizo que el caballo se levantara en sus patas traseras, vi como sonrío mientras nos saludaba con la mirada, luego lentamente se marchó a todo galope.-
-Que mujer tan asombrosa, me casaré con ella.- escuché el susurro de Andrés, mientras recogía su sombrero.-
-En ese momento recordé que una vez yo le prometí lo mismo y jamás lo cumplí.-
-A mí me parece que es una vulgar, se ve como un hombre.- mencionó Jazmín.-
-Pues entonces es el hombre más bello que he visto.- mencionó Andrés
-Todos adentro.- fue lo único que pude decir.-