Las palabras de Tania rebotan con insistencia en la cabeza de Violeta y han estado surtiendo efecto en ella. Su conversación de hace dos días la ha hecho consciente de lo que ha permitido que se convierta su vida, porque si bien su esposo es un abusivo, ella debió ponerle un alto, y lo que más le duele es que esa mujer, que le ha abierto los ojos, es la prometida de Rodrigo, así que se decide a hablar y hace una videollamada a sus amigas.
Ninguna de las dos puede creer lo poco que la rubia les ha podido contar, les enfurece saber que ese hombre que se mostraba tan especial, sea en realidad un desalmado de tal calibre.
—Déjalo y vente— sugiere Elba —¡ese maldito!— exclama con rabia —yo sabía que era demasiado perfecto para ser verdad..
—¿Pero cómo hago si Diego está de por medio? Ya no t
