entro dando grandes zancadas hasta llegar a mi, se quedó unos segundos parado mirándome de pies a cabeza, me sentí intimidada, no sabía porque me miraba tanto
- “¿Quién te hizo eso?”
Pregunto con rudeza y a la misma vez preocupación, ¿Acaso estaba estaba escuchando bien? ¿Tan fuertes habían sido los golpes del alfa como para hacer que alucinara? debería estar soñando, era imposible que alguien como él se preocupara por mí, no podía contestar, mi cerebro no conectaba con mi boca al perecer los golpes y la sorpresa me hicieron un tonta, al ver que no salían palabras de mi boca por el shock baje mi cabeza y seguí con mi labor, o bueno ese era plan que realizaría antes de ser interrumpida de nuevo por él, quien me había tomado fuertemente del antebrazo sin un poco de delicadeza, esto provoc
