Amelie
La música comenzó a sonar, Julien extendió su mano hacia mi e hizo una reverencia como en esas películas donde el príncipe pide bailar a la princesa así que tome la falda de mi vestido e hice una reverencia también y luego tome, su mano, el sonrió feliz, estábamos disfrutando al máximo nuestra boda, pues uno no se casa todos los días y esta boda era especial pues ha sido toda una lucha llegar hasta aquí. Julien tomaba mi mano y me hacia girar, me encantaba como se veía la falda de mi vestido al bailar, nuestros familiares grababan nuestro baile, me sentía como una princesa en verdad bailando con mi príncipe guerrero, pues Julien era un guerrero, tan paciente y de gran corazón que espero a que su princesa despertara de aquel largo sueño, guardo la esperanza siempre y no la perdió e
