Una semana paso desde que encontré a Haniel llorando en el rincon mas oculto de nuestro hogar. Cuando llegue a casa ese día me dijeron que no encontraban a Haniel, llame a Elek pero me mandaba a buzón de voz, mi desesperación iba en aumento tras pasar las horas. No quise llamar a la policía justamente por que tiempo atrás paso lo mismo y estaba en la oficina de Elek. Algo me decía que bajara al sótano, cuando lo vi mi corazón latía a mil por hora. Lo sostuve entre mis brazos para darme calma, el estaba bien y entero, solo estaba cabizbajo. Después de abrazarlo y besarlo le pregunte que había pasado, ¿ Por que se había ocultado de las sirvientas ? me conto que estaba así por que Elek se había olvidado de él ya no salían, ya no lo llamaba como antes. Según mi angelito Elek ya no lo quería.
Tuve que explicarle que él estaba con mucho trabajo por eso no lo hacia. Pero en realidad yo sabia que era por que estaba cuidando de Emily, lo se por que tuve que entrevistarlo, la noticia que repercutió en toda Argentina. La abogada mas temerario y prestigiosa de Argentina apareció pero sin su memoria. Fui a la única que Ball le dio una entrevista, ventajas de ser cercana. Lo vi muy agotado, no podía obligarlo a que le preste atención a mi angelito.
— ¿ Preparado ?
— TI. - Su sonrisa era cada vez mas grande. Bajamos del auto pero como siempre a penas abre la puerta la sirvienta él entra corriendo en busca de su héroe. -
— Disculpa. Siempre me hace lo mismo.
— No hay problema Señorita Hardy. El pequeño conoce a la perfección la casa. -
— PAMPON. - Lo escuchamos gritar. Vuelve de la cocina con su rostro preocupado. - No ta.
— Creo que esta en su habitación. - Le dice la sirvienta muy amablemente. -
— Veldad. - Sube escaleras arriba. -
— No corras Haniel. Perdón voy a ir antes de que le de vuelta la habitación a Ball.
— Esta en su casa Señorita Hardy.
Me despido de la sirvienta y voy escalera arriba ¿ Por que a mi amiga le gustaban tanto las casas inmensas con escaleras infinitas ?
Freno por que creí escuchar un grito pero al no oír nada sigo subiendo, tomo el camino que da a la habitación de Elek y comienzo a preocuparme cuando oigo a mi sobrino llorando.
— ¿ Haniel ? - Lo llamo varias veces sin respuesta solo un llanto que aumentaba. -
— ¿ QUE HACES ACA MOCOSO ?
— DUEDE. - Haniel se queja de algo. Camino mas rápido hasta que llego a la habitación de Elek veo a Emily sujetando su bracito con fuerza. -
— ¡¡ EMILY !! - Mi grito hace que suelte a mi sobrino quien se refugia en mi. -
— ¿ QUIENES SON ? ¿ POR QUE ESTAN EN MI CASA ? - Respiro al recordar que ella perdió la memoria. -
— Emily. Se que no recuerdas nada. Mi nombre es Arisha y él es Haniel.
— NO ME INTERESA QUIEN DEMONIOS SON. QUIERO QUE SE VAYAN DE MI CASA.
— ¿ QUE SUCE DE ACA ? - Pensé que Haniel iría al encuentro de Elek pero se pega y oculta su rostro en el hueco de mi cuello. -
—Cielo. Que bueno que llegas. - ¿ Cielo ? ¿ Ella lo llamo cielo ? Algo raro se forma en mi pecho, cuando ella lo abraza y él le corresponde. -
— Arisha ¿ Que hacen acá ?
— Elek, perdón por venir de este modo. Creí que te alegraría ver a Haniel.
— Te dije que cuando este desocupado los llamaría. - Escucharlo hablar de ese modo tan frio y sin siquiera saludar a mi sobrino. Me partió en mil pedazos. -
— Entiendo. Perdón las molestias Elek.
— Arisha. Espera.
Paso por su lado sin siquiera mirarlo. Me escucha pero tengo tanta broncas acumulada por la forma en la que Emily le hablo a Haniel, no me gusto su forma de actuar con mi sobrino, iba a decirle a Elek el comportamiento de ella pero seria una perdida de tiempo. Salgo con el corazon acelerado por la situación pero por otro lado por que me afecto que ella lo llame cielo y el le corresponda el abrazo. Con manos temblorosas seco las lagrimas de mi sobrinito quien no para de sollozar. Siempre fue muy sentimental, cualquier cosa lo hace llorar. Abrocho su cinturón, beso su frente y cierro la puerta. Camino para ir a nmi puesto como conductora cuando lo escucho.
— ARISHA. ESPERA. ARISHA
Camino mas rápido pero las benditas piedras que traban mis tacos no me lo permiten, ingreso a mi auto lo veo correr en dirección a mi auto así que arranco y acelero por fortuna los guardias vieron que me iba, comenzaron abrir el gran portón. Salgo de la casa y tomo rumbo al mirador Galería Güemes que tanto amaba mi amiga, Haniel también lo amaba así que para que se calme lo llevo a que mire la ciudad desde ahí. Paseamos por las galería, subimos al mirador y nos acomodamos para mirar la ciudad. Haniel esta afirmado sobre mi pocho, yo lo acuno y masaje su espaldita para calmar los sollozo que salen de él.
— ¿ Queres hablar de lo que paso ? - Beso su cabecita perfumada con su shampoo preferido. -
— Motot.
— ¿ Mototo ?
— Ti. - Solloza. - Me lico motot. - Entiendo que ella le dijo mocoso. -
— ¿ Te entristeció que ella te dijera mocoso. ?
— Ti. No quelo vovel.
— Pero a vos te encanta ir a la casa de Elek.
— No. No quelo mash. - Esconde su rostro en mi pecho y comienza a llorar nuevamente. -
— Esta bien mi angelito. No iremos mas. ¿ Te dijo algo mas ?
— MMM.
—¿ Queres contarme ?
— Eta lijo ¿ Que ates en la cata le mi epoto ?. To no quelo que eta sea shu epoto.
— Pero cielo, Elek tiene derecho a elegir quien es su esposa. ¿ Recuerdas que te dije que tía Alaia esta en el cielo con mamá y papá ?
— Ti. Pelo igual no quelo.
Trato de convencerme a mi misma que Elek tiene derecho pero no lo logro. Mis sentimientos por él me juegan en contra. Luego de hablar un poco mas de lo que lo asusto bajamos del mirador y vamos por un helado. Ya entrando la tarde noche Haniel recupera su sonrisa. Volvemos a casa, ayudo a mi sobrinito a bañarse una vez listo lo llevo a planta baja para que cenemos.
— ¿ Que te parece una cena con una peli ?
— TTTIII - Escucho mi celular sonar. -
— Anda a sentarte mientras veo quien llama. - Al tomar mi celular veo que es mi mamá. - ¿ Ma ?
— ¿ Hija ? - Su voz sale temblorosa. -
— ¿ Ma que sucede ?
— Necesito que estés calmada ¿ Si ? - Veo a mi peque que me saluda desde la sala, me saluda con su manito le regalo una sonrisa para que no sospeche nada, mi corazón late a mil por que siente que algo no anda bien. Mamá nunca llega tarde a casa, el chofer que que le asigne siempre que se retrasan me avisa, pero no recibí su llamado. Siempre que mamá dice " Necesito que estés calmada " es por que algo malo sucedió. - Hija... - Alguien le quita el celular y le grita. -
— ESCUCHA BIEN PIBA. QUIERO QUE JUNTES 500 MILLONES PARA DOS HORAS MAS O TU VIJA SE MUERE. ¿ ESCUCHASTE ?.
— DEJA DE LLORAR VIEJA. - Alguien le grita a mi mamá. -
— ¿ PIBA ESCUCHASTE ?
— Si....Si - Trato de hablarle calmada para que Haniel no se entere. Llego a su lado beso su frente y le susurro que ahora vuelvo. Me voy al despacho para poder hablar. - Es casi media noche señor. No puedo juntarle esa cantidad ahora.
— NO ES MI PROBLEMA. - BANG -
— AAAAHHHH - Escucho el grito de mamá. -
— NNNOOO. POR FAVOR NO LE HAGA DAÑO. LE VOY A JUNTAR EL DINERO. - Digo con mi voz llena de temor y angustia. Mis lagrimas caen al pensar que algo malo le suceda a mi mamá. - PERO POR FAVOR DEME MAS TEMPO.
— TENES HASTA MAÑANA A PRIMERA HORA O TU VIEJA SE MUERE. AH ME OLVIDABA PIBA NO LLAMES A LA CANA.
La llamada se corta dejándome con el miedo a flor de piel. Jamás nos había pasado algo así. Con manos temblorosas le marco a la persona que no quería hablarle, pero por algo el destino se empeña en volver a saber de él.
— ¿ Hola ? - Esa voz otra vez. Traro de tragarme la bronca que esta mujer me da. -
— Hola. Necesito hablar con Elek por favor. - Mi voz sale tembloroso. -
— Mi esposo no puede atenderte se esta duchando. Y estas no son horas de andar llamando por trabajo.
— AAAAAHHHHH
Me corta la llamada. ¿ Quien se cree esta mujer ? Esta mostrando las garras. Estoy por salir del despacho y mi celular vuelve a sonar. Es un numero que no tengo registrado.
— Hola - Contesto con el corazon en la boca. -
— Hola ¿ Señora Hardy ?
— Si. Si ¿ Quien es ?
— Le habla el Capitán Alem de la Comisaría La Matanza Noreste 2° - Lomas del Mirador. - ¿ Por que me llaman desde una comisaria de La Matanza ?
— ¿ En que puedo ayudarlo ?
— Encontramos un cuerpo en Ramos Mejía. Tiene su tarjeta personal. ¿ Conoce al Señor Sergio Rivero ?
No no no. Es el chofer. No puede ser, mis lagrimas caen sin poder detenerlas. Pero el hombre me dijo que no hablara con la policía o mi mamá mora.
— No Capitán. No se por que ese Señor tendría mi tarjeta. - Trato que mi voz salga de lo mas normal. Mi corazon late desenfrenado debido a la mentiras, pero no quiero que mi mamá muera. -
— Entiendo. Disculpe las molestia.
— No hay problema Capitán.
La llamada se corta, salgo del despacho para ir a ver a mi sobrino. Lo encuentro dormidito abrazado a su peluche. Llamo a las sirvientas y les digo que voy a salir. Que por ningún motivo abran la puerta y que cuiden de mi peque, ellas me miran extrañadas ante mi estado alterado.
Salgo de la casa y trato de manejar lo mas rápido pero prudente para no tener un accidente. Al llegar a mi destino los portones son abiertos, estaciono el auto tomo el celular y camino a la puerta. Toco el timbre varias veces hasta que me atiende la sirvienta.
— ¿ Señorita Hardy ?
— Perdón las molestias. Necesito hablar con Elek.
— El señor ya se estaba enlistando para ir a la cama Señorita Hardy.
— Lo siento. Pe...
— ¿ Quien es a esta hora ? - Se escucha la voz de Emily detrás de la sirvienta. Al llegar me mira con el ceño fruncido. - ¿ Que necesitas a esta hora ?
— Tengo que hablar con Elek.
— El no te va atender. Por favor ¿ poder venir mañana. ? - Habla como si fuera la dueña de esta casa y ni se acerca a eso. -
— No puedo volver mañana. Necesito verlo ahora. - Se comienza agotar mi paciencia. -
— Bueno te guste o no hoy no lo vas a ver.
Esta por cerrarme la puerta en la cara y de solo pensar que mi mamá esta en peligro me hace sacar las garras. Empujo con todas mis fuerzas la puerta, escucho sus gritos pero no le doy importancia camino rápido hasta subir las escaleras, ella viene detrás mío, me insulta, me llama de todas maneras menos por mi nombre. Llego a la habitación de Elek, hago como él lo hizo una vez entro sin tocar. Lo encuentro como él me encontró una vez, desnudo alcanza a taparse con un almohadón que manoteó.
— TE DIJE QUE NBO TENIAS DERECHO A ENTRAR. TENES QUE IRTE AHORA.
— SOLTAME. NO ME VOY A IR. - Emily me toma de los brazos, comenzamos una pelea entre gritos y forcejeos. -
— ¡¡ BASTA !! - Su voz grave y fuerte nos hace callar. - Arisha ¿ Se puede saber que hace a esta hora en mi casa ? ¿ Le paso algo a Haniel ?
— No.
— ¿ Entonces ? ¿ Cual es el motivo de molestar a esta hora. ?
¿ Dijo molestar ?. Somos una molestia para él. Si no fuera por que estoy desesperada me iría de inmediato. Trato de calmarme pero otra vez ella con su actuación de esposa.
— Cielo. Perdón, no pude detenerla. - La miro y mi mirada lo dice todo. -
— Emily. ¿ Me harías el favor de ir a buscar los analgésicos que compré quedaron en mi auto. ? Esta en el ultimo garaje. - Por dentro me rio por que ese garaje queda a unos cuantos metros de la casa. Va a tener que caminar bastante. -
— Claro cielo. - Ella le da un beso en los labios, Elek corre la mirada por que no tiene palabras para enfrentarme y decirme en la cara que no me quiere. Vemos que ella se va. -
— Ahora si.
— Recibí un llamado de mamá. Su voz sonaba como si tuviera miedo.
— ¿ Solo por eso viniste hasta acá ?.
— Perdón que estorbe en tu vida Elek. Pero sos la única persona que me puede ayudar a esta hora. - Giro mi cuerpo para que él no me vea las lagrimas que caen. La forma en la que me habla nunca la uso conmigo y desde que Emily perdió la memoria se convirtió en un hombre manipulado. Pero lo que mas me duele es que se alejo de Haniel. -
— No mol.
—Alguien mato a Sergio Rivero, el chofer que le asigne y secuestro a mamá. Me dieron hasta mañana para juntar 500 millones o la matan. Por eso vine a molestarte. El dinero que me dejo Alaia no lo pienso tocar, era de ella.
Escucho silencio de parte de Elek giro y no lo veo en la habitación y entiendo que como su esposa ya no esta en vida no le interesamos mas. Solo le interesa cuidar de su amiga de la universidad, quien esta en perfectas condiciones exceptuando su memoria. Esta tan bien que lo domina sin que se de cuenta. Tomo aire, seco mis lagrimas y derrotada emprendo camino a la salida. Subo a mi auto me dispongo a salir de la casona.
¿ Que voy hacer ahora ? ¿ De donde voy a sacar tanta plata. ?
En la cuenta de Alaia hay mas de lo que piden. Pero ese dinero no es mío, por mas que en el testamento que ella dejo diga que me dejo un porcentaje. Siento que no debo tocarlo. Llego a casa, el miedo me consume, no puedo dejar de pensar que puedo hacer. Me quedo en el auto para que mi pequeño no me vea entrar en pánico. Cierro los ojos y dejo que las lagrimas caigan, respiro siguiendo los pasos que mi amiga me enseñó. Unos golpes en el vidrio me sobresaltan.
— ¿ Que haces ?
— ¿ Por que te fuiste de casa ?
— Por que entendí que no me ayudarías. - Mi cuerpo entero tiembla por la tensión que tiene. -
— Yo nunca dije eso. - Dice Ball con el rostro serio. -
—Pero te fuiste de la habitación dejándome sola.
— Lo hice. Para buscar esto. - Levanta un pequeño bolso. Mis ojos se agrandan. Los brazos de Elek me rodean y sus labios besan mi cabeza. Solo en este momento siento la calma que necesitaba. - No dejaron de imprimarme Arisha. Son lo mas importante que me dejo Alaia. Pero la llegada de Emily cambio muchas cosas.
La llegada de varias caminatas de la Agencia Federal de Inteligencia de Argentina comienzan a estacionarse frente a mi casa. No se que pensar, solo lo abrazo y le agradezco.