Dios tengo que calmarme, si no fuera porque alguien toco a la puerta en este momento estaría sobre mi esposo teniendo el mejor encuentro. Sinceramente las hormonas me están cambiando por completo. Jamás fui una mujer que a la hora de la intimidad se comportará como desquiciada. Pero ¿ Cómo explicarles ? que cuando estoy a centímetros de mi esposo mi cuerpo entra en combustión pareciera que voy arder en llamas. Respiro profundo cuando termino de arreglar mi ropa, camino al lado de mi esposo, me detengo de golpe. Tiene que ser una broma. — Noah ¿ Que haces aquí ? — Federico me rodea por la cintura con su brazo, demostrando posesión sobre mí. — — Vengo hablar con los dos. — ¿ Que sucede ? — Debo pedirles disculpas. — Conmigo no tienes que disculparte. Es con mi esposa que debes ha

