Cartas desde el corazon.

Note metas en mi vida.

Despierto a duras pena el sol entra por la ventana, me obligo a ponerme de pie por que debo ir a trabajar. Me siento en la cama refriego mi rostro para luego estirar cada musculo de mi cuerpo necesito sacar todo rastro de sueño. Pero lo que no puedo evitar es la resaca que tengo. Ayer después de la pelea que presencie me fui junto a Emilio al club. Disfruté de los bailes privados de hermosas mujeres. Cada vez que una se acercaba esperaba ver a mi esposa en ella, pero no pasaba por que mi hermosa esposa jamás se sometería a un trabajo como este. Sin desprestigiar a estas chicas, es su trabajo y son profesionales en el. Así que me sumía en esa sustancia que te hace olvidar todo. Lo ultimo que recuerdo es que me fui a los golpes con un imbécil que le falto el respeto a una de las chicas que estaba en el grupo de Emili.

Me pongo de pie para ir al baño cuando me doy cuenta de que no estoy en mi habitación. No tengo recuerdos de como llegue a este lugar. ¿ Estaré en la casa de alguna mujer ?. Pero no recuerdo haber estado con ninguna es muy extraño. Entro al baño que hay en la habitación, me han dejado una bata para luego de salir el baño, cepillo dental, toallas y los productos de aseo. Luego de bañarme salgo y no me queda otra que colocarme la misma ropa que traía anoche.

Bajo a la primer planta para buscar a la dueña de esta casa y me encuentro con la persona menos pensada.

— ¿ Arisha ?

— Buenos días Elek. - Ella se ve radiante por la mañana. Su rostro tiene algo diferente pero no logro descubrir que es. -

— Perdón. ¿ Como llegue hasta tu casa ? - Ella me observa llena de sorpresa. -

— ¿ No recuerdas nada de nada ?

— No. - Ella coloca una una taza de café bien cargado que me asienta bien. -

— Bueno. En resumen alguien me llamo y me pidió que te busque por que estabas fuera de control.

— No recuerdo nada. Lo ultimo que recuerdo fue golpear a un imbécil que se propaso con una chica.

— Lógico Elek. No parabas de tomar.

— ¿ En que me trajiste ?

— En mi auto. El tuyo lo llevo una grúa a tu casa.

— Gracias por eso.

— No hay por que. Se lo prometí a mi amiga. - Agacha su mirada puedo observar que su rostro se entristece y mi corazon se aprieta al recordar a mi esposa, nos quedamos en un silencio medio incomodo. -

— Debo irme. Hoy tengo una junta. Pero gracias por tu ayuda.

— No hay problema.

— Voy a pasar mas tarde a ver a Haniel.

— Si pasa nos vemos mas tarde.

Salgo disparado tomo un taxi para que me lleve a casa a cambiarme. Al ingresar veo que Haniel esta desayunando, cuando me escucha entrar corre abrazarme. Me cuenta lo que hizo para mi se va como rayo a su habitación y vuelve con un papel que contiene un dibujo, me deja tieso. Esta Alaia con unas grandes alas, Arisha y yo abrazándolo a él.

— ¿ Campeón por que Alaia tiene alas ?

— Poque es una antelita.

— ¿ Es tu ángel guardián ?

— Ti. Es mi angel gualdian. - Lo abrazo con el corazon apretado de la emoción y beso su cabeza. -

— ¿ Que te parece si te preparas vas conmigo a la empresa y después vamos por tu tía ?. Pasaremos la mejor tarde.

— TTTIIII. - Se baja de mis brazos y salta, aplaude y canta. Es tan pequeño e indefenso. -

Y eso hacemos, lo llevo junto a su niñera a la oficina. Se quedan solo por unas horas jugando en mi oficina hasta que me desocupo de las reuniones cerca del medio dio, reviso algo en mi netbook. Al terminar nos encaminamos al canal donde averigüe que estaba Arisha, un "informante" que tengo dentro del canal me dijo su hora de salida. La esperamos solo unos minutos hasta que la vemos salir. Se ve tan hermosa con el outfit que eligió hoy los colores hacen resaltar sus atributos mas bellos.

— ¡¡ TITAAA !!

— Hola mi cielito. - Ella corre al encuentro de su sobrino, se acerca con el en brazos. - Hola.

— Hola Arisha. te queremos llevar de paseo. ¿ Estas disponible ?

— Claro que si Para ustedes siempre estoy. Vamos.

— Genial. Vamos.

Nos subimos al auto y tomamos rumbo al acuario es un viaje largo, Arisha nos conto como estuvo su día de trabajo y algo gracioso que le paso. Nos reímos, cantamos las canciones que Haniel elegía que se reproduzcan. Como es hora del almuerzo compramos algo para comer. Al terminar tiramos todo lo descartable en el tacho. Comenzamos el recorrido del lugar tomados de la mano de Haniel, el pequeño esta sorprendido con cada especie que veía. Nos sacábamos fotos que guardamos como recuerdo de esta tarde.

Estamos en el túnel disfrutando del la sensación de tranquilidad que transmite el agua a través del cristal y de la infinita variedad de animales acuáticos cuando me doy cuenta que estoy tomado de la mano de Arisha, ella no se da ni cuenta y me sujeta con firmeza. De pronto se queda tiesa y agacha la mirada y observa nuestras manos entrelazadas.

— Lo siento Elek, pensé que era Haniel.

— ¿ Haniel tiene las manos grandes ? - Rio ante su ocurrencia. Se quiere soltar de mi mano pero no lo permito. Algo me dice que esta chica me traerá problemas. Acaricio su mejilla puedo sentir que se estremece ante mi tacto. Se pone nerviosa. - Sos tan hermosa Arisha. - Algo se apodera de mis sentidos y me impulsa acercarme a ella. La sujeto de la cintura y su fina nuca para traerla a mi, me apodero de su boca. Se deja llevar me devuelve el beso. Sus brazos me rodean y por un instante me olvido de todo el mundo y hasta de que mi esposa falleció hace unos días. -

— Señor Ball. - Una voz nos saca de nuestro momento de disfrute. - Hace tres días falleció su esposa y ya consiguió pareja.

— Señor Ball ¿ Tan rápido se olvido de su esposa y la cambio por su amiga ?

— Hijo de - Me le voy en seco al infeliz, lo tomo del cuello se espanta ante mi arrebato, trata de zafarse pero no se lo permito. -

— Elek dejalo no importa, Dejalo por favor.

Arisha se mete en medio nuestro y me sujeta del rostro. Mi pecho sube y baja errático ante la situación. Sujeto de la mano a Arisha y la saco del lugar. Buscamos al pequeño lo encontramos viendo atento otra parte del acuario.

— Haniel tenemos que irnos.

— Polque pampon me diverto. Mila eta es una totuga.

— HANIEL. Dije que tenemos que irnos.

— Elek no le grites. Mi sobrino no tiene la culpa de tu cambio de humor - Arisha lo toma en brazos y sale delante mío. El pequeño se asusto ante mi tono de voz, oculto su rostro en el cuello de su tía. Respiro profundo y los sigo, ellos ya estan en el auto cuando llego. Subo en el y salgo rumbo a nuestra casa. El celular de Arisha suena. -

— Hola...Si puedo ir...¿ De verdad ?... Claro estaré ahí a primera hora. - Corta la llamada y se ve feliz. -

— ¿ Se puede saber a que se debe tanta felicidad ?

— Tiene un veredicto a la investigación por la que me sacaron a Haniel.

— ¿ Que ? - Su noticia me cae como un balde de agua helada. Se llevará al pequeño que era el único que me mantenía vivo y alegraba mis días. Escucho que su voz pero no le presto atención. Solo pienso en lo solo que me quedare cuando se vaya. Se que es egoísta de mi parte pensar de esta forma, es su derecho como tía. -

— Elek ¿ Estas bien?

— Eh. Si. Perdón. Eso es genial, podrás tenerlo nuevamente en tu casa.

— Lo es. - Su felicidad se hace notar. Observo al pequeño que ya se durmió debido al viaje. Para cuando llegamos a casa de Arisha ya esta oscuro. La dejo despedirse del pequeño, espero hasta que ingrese a su casa y me marcho. Al llegar acuesto al pequeño, beso su frente y lo observo descansar en paz. -

Necesito poder dormir esta noche recordé que me quedaba un poco de mi descanso, pero cuando la busco no la encuentro por ningún lado. La necesito con urgencia, no la puedo haber perdido. Una porque me ayuda a olvidar y otra por que el vendedor me cobro fortuna. Doy vueltas y vueltas toda la noche sin pegar un ojo, hasta que recuerdo en la casa de quien amanecí.

— Arisha hija de...Espero que no la hayas tirado porque el infierno te va esperar.

Despierto temprano antes que todos. Le encargo a las sirvientas que cuiden al pequeño hasta que vuelva. Salgo para la casa de Arisha. Al llegar me abre una sirvienta, me indica que ella aun no baja de su habitación, no le doy respuesta. Subo los escalones de dos en dos para hacerlo mas rápido, entro a su recamara, esta en ropa interior cambiándose, se ve tan sexy con ese conjunto color coral.

— ¿ ELEK QUE HACES ? SALI YA DE MI HABITACION. - Se cubre con una bata, pero fue tan rápido que no se cubrió bien. -

— ¿ DONDE ESTA ?

— ¿ Que cosa ?

— No te hagas la ilusa Arisha. Sabes bien a que me refiero.

— No tengo idea de que hablas. - Cruza por mi lado tratando de entrar al baño pero la sujeto de los hombros. -

— Te voy a dar una oportunidad mas. ¿ Donde esta ?

— Ya te dije que no se de que hablas.

La empujo contra la pared y no la dejo escapar. Necesito que me devuelva lo que me pertenecen, o esto se pondrá feo.

— ¿ ME TOMAS POR TONTO ?

— No claro que no.

— Entonces por favor dame lo que me sacaste anoche.

Su respiración cambia se aleja de mi y va a su vestidor, al rato sale con lo que me pertenece. Se lo voy a quitar pero lo oculta detras de su espalda.

— Solo respondeme ¿ Por que compras esto. ?

— Porque quiero olvidar.

Comienzo a temblar ya que necesito un poco de eso que se niega a devolverme. Me acerco pero ella se aleja.

— ¿ Olvidar que ? ¿ A tu esposa ? ¿ De cuanto la amabas ? ¿ De los años felices que pasaron ?

Comienza hacerme un montón de preguntas que comienzan a desesperarme. Sujeto mi pelo con frustración, nunca le falte el respeto ni le levante la mano a una mujer, pero juro que estoy al borde de explotar.

— ARISHA BASTA - Se queda en silencio con los ojos abiertos de miedo. Me devuelve lo que me pertenece, gracias al cielo no la tiro. -

— ¿ Te hace feliz ? - Escucho su pregunta, sus ojos están cristalizados y me parte el alma haberla tratado así. Pero se metió en mi vida. -

— No. Pero me hace calmar el dolor que siento acá. - Toco mi corazon, ella trata de acercarse pero me alejo. - Por favor Arisha te lo pido. No te metas en mi vida.

Salgo de su habitación dando un portazo, me detengo al escuchar que solloza. Pero no me permito ser débil, me subo a mi auto y conduzco hasta mi oficina, al llegar como soy el primero aprovecho para olvidar un poco gracias a lo que Arisha me devolvió, de a poco voy cayendo en un sueño profundo,