-Señorita-Sebastián interrumpe mis pensamientos como de costumbre. Con aire altanero y su hermoso e impecable traje nuevo se para frente a mí. Sus ojos diminutos tienen una arrogancia odiosa que solo logra que lo aborrezca. -Su padre la está llamando, no debe hacerle esperar. -Ire dentro de un momento-contesto. No quería ver a mi padre, no ahora. Estaba aún fresco en mi pupila a Neil y su encantador rostro acercándose hacia mi para besarme. Lo que sentía por Neil era tan fuerte que no dejaba de culparme por dejarme llevar por ese mar de sentimientos. Era una debilucha por aceptar que mi cuerpo temblara cuando su boca tomo con furia la mia. -Señorita-su voz era como un pequeño zumbido-Tiene que… Mi piel reconoció el tacto de sus dedos sobre mi cuerpo, su calor me arropo y sentí como e

