7.
Ya es bastante tarde cuando vuelvo a casa, la verdad estoy bastante molesta, si no tuviera un jefe así, probablemente estaría en casa a la hora esperada y disfrutaría más de mi día
Suspiro y me pongo ropa cómoda, tomo una pizza congelada que compre el fin de semana y la meto en el microondas
Saco una cerveza y me siento en la sala de estar con mi pizza y una rica cerveza, justo cuando me siento la puerta suena y suspiro levantándome para ver de quién se trata
Lentamente abro la puerta y me sorprende ver a esos ojos peligrosamente brillantes allí
—¿Qué estás haciendo aquí? — le pregunto con asombro, olvidando por completo que se trata de mi jefe
Él se para frente a mi y me mira con sus enojados ojos hasta que aparte su mirada, luego vuelve a mirarme directamente a los ojos y siento que mis piernas van a ceder en algún momento, él solo me mira en silencio, para luego estallar
—¡Dime dónde está ese bastardo! — Gruñe de repente y me hace a un lado para entrar en mi apartamento, me sobresalto mientras veo como corre a mi sala de estar
Él mira a su alrededor, pero no encuentra lo que parece estar buscando, cuando está apunto de abrir la puerta de mi habitación lo detengo
—¿Qué crees que estás haciendo? ¡No puedes venir e irrumpir en mi apartamento así como si nada! — le gritó con enojo y me pare entre él y la puerta
—Quítate de mi camino — exige peligrosamente
—¿Por qué mierda lo haría? ¡Esta es mi casa!
—Porque yo lo digo — Dice con enojo
—¿Qué es lo que estás buscando? — le pregunto intentando calmarme
—¿Dónde está tu novio? — me responde con otra pregunta
—Salió — miento, porque claramente no tengo un novio
—Entonces lo esperaré hasta que vuelva — Responde Arthur simplemente y camina hasta mi sofá para relajarse
Miro horrorizada como se sienta en mi sofá
—No!, No puedes quedarte aquí, ¡VETE! — Grito enojada y corrí tras él
Arthur se levanta rápidamente y viene hacia mí
—No — responde simplemente, Lo miro sorprendida, pero a él no parece importarle, al contrario, sigue caminando hasta que está justo frente a mi, sus ojos brillan y me hacen estremecer — No me iré, no te dejaré sola con él, ¿sabes por qué, Bella Swan? — hace una pausa y se acerca más, su cuerpo toca el mío y su mano acaricia suavemente mi mejilla — Porque eres mía, Bella — respira suavemente en mi oído y presiona sus labios sobre mi cuello, acelerando mi pulso por completo.
Jadeando, abro los ojos y trago de alejarlo de mí, él no se mueve y yo sigo protestando para que se aleje, pero él sigue sin mirarlo
—Arthur, no — Jadeo, sus labios recorren todo mi cuello, nublado mis sentidos
—Eres mía — es lo único que escucho antes de que presione sus labios contra los míos, sofocando cualquier protesta
Temblando, me separo de sus dulces labios y lo miro
Él me mira con pura determinación y pasión, hasta que me agarra y me arroja sobre sus hombros
Sorprendida dejó escapar un pequeño grito mientras Arthur ríe divertido
—¿dónde está tu cuarto? — pregunta todavía divertido
Sin responderle trato de bajarme de su hombro, pero él parece notarlo y me sostiene más fuerte, riendo comienza a caminar hacia la puerta de mi habitación, su mano se posa en mi trasero y lo abofetea una y otra vez
—¡Arthur! — grito pero él me ignora y sigue riendo
Al entrar en mi habitación, me deja suavemente sobre la cama y luego se posa sobre mi, me mira profundamente a los ojos, su aliento se mezcla con el mío
—Tu no tienes novio, ¿Verdad? — me pregunta tranquilamente, niego con la cabeza en silencio, ya que las palabras no salen de mi boca, Arthur sonríe y acerca su cara a la mía — Mi querida Bella… — susurra contra mis labios y los une de nuevo
Sin resistirlo más, le devuelvo el beso apasionada y me entrego a él esa noche, en cuerpo y alma, y sé que posiblemente me arrepentiré, pero hoy no me importa nada más, que no ese este increíble hombre
A la mañana siguiente me despierto exhausta pero feliz por la noche que pasó, y cuando pienso en eso, mi cuerpo se calienta y sonrío feliz, me muevo en la cama en busca de Arthur pero para mí sorpresa, no hay nadie más a mi lado
¿Dónde está Arthur? ¿Acaso se fue después de la noche que pasamos?
Decepcionada y triste me levanto, me pongo una camiseta larga que hace a la vez de vestido y salgo de la habitación, mientras cierro la puerta escucho voces desde la cocina, camino hasta allí con pasos suaves y lo que veo me hace olvidar la triste y decepción que sentí hace unos minutos
Arthur está sin camisa, solo en boxer preparando el desayuno, está parado frente a la estufa volteando los panqueques y hablando por teléfono
Todavía no me ha visto, así que camino suavemente hacia él y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo
Él deja de hablar y la mano que estaba ocupada con los panqueques, acaricia mi mano
—Te llamo más tarde — dice terminando su conversación y se gira hacia mí
—Buenos días — le sonrío tímidamente
—Buenos días linda, ¿Cómo dormiste? — me pregunta con una sonrisa y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura
—Muy bien — respondo pegando mi cara a si pecho
—¿Ah sí? ¿Y cuál fue la razón de tu buena noche? — pregunta juguetona mente, sus ojos me miran con lujuria y mis mejillas se calientan de inmediato, no soy capaz de sostenerle la mirada así que giro mi vista avergonzada, lo que lo hace reír
—Linda — me susurra y hace que lo miré — Nunca antes había dormido tan bien y tan tranquilo como anoche, y tengo la razón en mis brazos — dice sonriendo, me mira con ojos cálidos y se inclina hacia mí para besarme — ven, te prepare el desayuno — dice con orgullo y me lleva a la mesa
Es allí cuando agradezco haber mercado el fin de semana, de lo contrario no encontraría nada en la despensa
Arthur y yo nos sentamos en la mesa y tomo algunos panqueques con miel, los pruebo y Dios…
Este hombre es bueno en absolutamente todo
—Parece que te gustaron — comenta cuando ve lo impresionada que estoy por el sabor y textura de esos panqueques
—Están deliciosos — respondo y continuo con mi desayuno
—Mañana debo viajar, ¿Vendrás conmigo? — me pregunta y veo en sus ojos dudas, sé que con lo de anoche no me impondrá algo, es por eso que me está haciendo elegir, pero sé que él quiere que yo vaya
—Si claro, iré — respondo
—No pareces segura — Responde Arthur con frialdad mientras tira miel sobre sus panqueques
Lo miro confundida, ¿Y ahora por qué se enojó?
—No, estoy totalmente segura de que iré contigo — respondo con un tono de voz frío, me hizo enojar
—Bien, el vuelo será a las 7 de la noche, haré que te recojan, ¿Entendido? — pregunta enojado, su estado de ánimo repentino me saca de quicio, no le respondo y sigo comiendo malhumorada — ¿Entendiste? — vuelve a repetir
—No es necesario que me recojan, puedo ir al aeropuerto yo misma — respondo fría
Anoche fue un hombre perfecto, todo un caballero, y ahora es un puto palo en el trasero, él me mira enojado y se pone tenso
—Te recogerán — decide y continua comiendo ignorando por completo mi mirada enfadada
Terminó de desayunar y me levanto de la mesa para ir a alistarme para el trabajo, no me sorprende ver qué Arthur no está cuando salgo del baño, pero no me importa, lo mejor es que no esté aquí
Me alistó rápidamente y llegó a la oficina, el día pasa bastante rápido y la hora del almuerzo llega, estaba esperando por ella ya que Bill y yo quedamos en almorzar juntos
—¿Y cuánto tiempo durará el viaje? — Bill me pregunta emocionado
—No tengo la menor idea — respondo sincera
—Toma y envíame muchas fotos
—Bill, es un viaje de negocios, no voy de vacaciones
—No importa — Bill dice como si no importara
—Y… Cuéntame ¿Qué hay de nuevo contigo?— le pregunto con curiosidad
Inmediatamente sus ojos brillan
—¿Te hablé de Amanda, cierto? — pregunta y asiento — tendremos una cita el fin de semana — Me dice Bill y noto que está bastante feliz
—¡¡Bill!! Eso es genialz de verdad estoy muy feliz por ti — grito emocionada y lo abrazo porque estoy muy feliz, Bill se merece lo mejor del mundo
—Gracias Bella — Dice riendo y devolviendome el abrazo
—¡SEÑORITA SWAN! — Ruge la voz de mi jefe
Bill y yo nos separamos de un salto, mientras vemos a Arthur de pie en la puerta a punto de asesinarnos con la mirada
—A mi oficina, AHORA — dice mirando, le da una mirada de advertencia a Bill antes de marcharse
—Es el diablo en persona — susurra Bill mirando con miedo la puerta por la que acaba de salir Arthur
—No es tan malo — digo intentando convencerme a mí también
Estoy demasiado molesta por la forma en que nos miro y habló, pero también estoy extremadamente nerviosa porque desobedecí la orden de almorzar en su oficina, no lo hice y tendré que pagar las consecuencias
Me despido de Bill y camino hacia la oficina de Arthur, mentiría si digo que voy firme y poderosa, pero mis temblorosas piernas dicen lo contrario
La puerta de su oficina está abierta de par en par, entro sin decir nada y luego cierro la puerta
Arthur está parado dándome la espalda mientras observa las vistas que ofrece el gran cristal
Noto que sus hombros están tensos, porque puedo ver sus músculos a través de su camisa
—¿Por qué dejaste que te tocara? — pregunta en voz baja sin mirarme
—Porque es mi amigo — respondo desafiante, él se gira enojado hacia mí y me evalúa con sus ojos
Y no pienso quedarme así, él si me intimida, bastante si soy sincera, pero no se lo demostraré, así que solo evito mirarlo
Escucho como sus pasos pesados y firmen se acercan a mi, jadeo cuando me toma por la cintura y me apoya contra la puerta
—Mirame — me exige y toma mi cara con fuerza
Temblando y con lágrimas en los ojos lo miro, su mirada se expande cuando nota mis lágrimas, él se vuelve más suave y no tan inaccesible
—Bella — susurra mi nombre y limpia la lágrima que baja por mi mejilla — linda, no quería que llorarás — susurra con tristeza, aparto la mirada y trato de contener las lágrimas — Cariño — dice girando suavemente mi cara — Joder, no quería enojarme, pero no soporté verte en los brazos de otro hombre — confiesa irritado
—Ya te dije que solo es un amigo, me contó que este fin de semana tiene una cita y me alegre por él, no ví nada de malo en abrazarlo
—Pues, asegúrate de que vea que te alegras por él sin tener que abrazarlo — responde él con decisión, yo solo ruedo los ojos con fastidio
—Bill es mi amigo, necesito que entiendas eso — Arthur me mira irritado y no parece querer ceder — ¿Lo vas a entender?
El suspira y se acerca a mis labios
—Si, entenderé y haré todo lo que quieras — responde y yo sonrío y dejo un beso en sus labios — ¿Qué me estás haciendo? — murmura para sí mismo