Si había algo que odiaba en este mundo, era ir de compras y tardar miles de horas en ello. No tenía ni la menor idea de cómo, Alisson, Danielle, Megan y Valery, tenían tanta paciencia para cambiarse mil veces y al final irse sin escoger alguna prenda porque ninguna les gustó, esta era la peor tortura que alguien podía darme. - ¿No vas a escoger nada? –preguntó una amable Danielle, al verme sentada en uno de los sofás de la octava tienda que visitamos. No me interesó absolutamente nada de ninguna de las tiendas, pero a diferencia de ellas, yo no perdí mi tiempo probándome algo que no llevaría, daba un rápido vistazo a la ropa y me sentaba en a esperar que ellas terminaran de probarse media tienda para irnos a otra, sin mencionar que con los precios tan elevados no me alcanzaría sino par

