Ni siquiera me había dado cuenta de que llegamos a nuestro destino, por estar tan concentrada en él y su voz que para mí era como una droga, quería seguir escuchándolo, pero la canción ya había terminado, además, apagó la radio al igual que el motor del auto, quedando en completo silencio, había perdido la noción del tiempo.
- Llegamos, sanos y a salvo. –dijo después de unos largos segundos en silencio, en los que solo lo miraba como si fuese lo único que mis ojos pudiesen ver, aunque de cierto modo, así era. -¿Te gustó el concierto VIP? –dijo en tono de burla, al darse cuenta que lo miraba como si estuviera viendo al mismísimo, Shawn Mendes en persona.
- No me dijiste que cantabas tan bien, Dios, mi piel está como la de una gallina. –admití avergonzada, si antes no lo quería ver, ahora
