Leticia observa a Eduardo y como algo extraño ya no le parece tan atractivo como antes, ahora solo puede caer en cuenta que llegar hasta ahí solo para distraerse termina por ser un error.
—¿Porque continúas Leticia negando que me amas? —pregunta Eduardo.
—Evidentemente porque no siento nada por ti Eduardo, algún día tienes que entender eso solo continúa con tu vida y busca una mujer —habla con bastante fluidez Leticia.
—De un instante a otro los latidos del corazón no se frenan. —Eduardo demuestra lo desesperado que está.
—Estás todavía sin entender, es que no sé cómo hacerlo sin lastimarte. Tal vez esos latidos que tú dices jamás fueron tan fuertes como los que están creciendo por Marcelo. —Leticia intenta colocarse de pie, sin embargo, Eduardo la empuja dejándola de nuevo sentad
