Los cachorros y la ex luna llegaron a ese bello claro que estaba en el lado oeste del interminable bosque espeso de la manada Luna de Plata, había un río en el que abundaban los peces, el paisaje era mágico Allí había estado tantas veces con Luciano, jurándose amor eterno, incluso él la había hecho suya en el verde pasto, ahora volvía aquí con sus cachorros — ¿Les gusta el lugar? su padre y yo, solíamos visitarlo mucho cuando yo vivía aquí — !Nos gusta mucho mamá! los lobeznos corrían de un lado a otro, el paseo era ideal para que quemaran energías Mientras tanto en el despacho, Camilo, vió que el Alfa se quedó perdido en sus pensamientos — ¿Qué pasa Luciano? de pronto te fuiste de aquí, ¿estás pensando en Isabella? — Ella se fué al claro con los cachorros, quisiera poder estar allá

