ALISTAIR Emily me siguió hasta la terraza, donde la parrilla se estaba calentando. Casi deseé que no lo hubiera hecho. ¿Qué clase de línea estúpida fue esa? ¿Has probado mi pepinillo? Pero su lengua contra mis dedos... Quería sentir eso en mi pene. Puse las hamburguesas en la parrilla mientras Emily rondaba a mi lado. Debería decir algo. Pero todo lo que quería decir era que quería pasar el resto de la noche follándola hasta convertirla en un desastre sudoroso y jadeante en mi cama, lo cual apenas parecía apropiado para la ocasión. —Voy a hacer cupcakes —dijo abruptamente y entró. Me quedé frente a la parrilla, inhalando el humo, maldiciéndome por coquetear con Emily, por no coquetear más con Emily, por no simplemente aceptar los límites en nuestra relación profesional y mantenerme

