El amor es extraño, único y maravilloso.
Verónica.
Estaba tan cómodo en mi salón personal, leyendo un libro de misterio que mi padre me había obsequiado, estaba tan metida en mi lectura cuando estaba interrumpida de forma brusca.
-¡Bárbara! —Exclama furiosa —¡Ya estaban a punto de encontrar al asesino! Espero que sea importante lo que me tengas que decir.
—Señorita Verónica, sus amigas la esperanza en la sala.
—¡Mis amigas! ¿Están todas?
—Sí, lady Nayra, lady Alezandra y lady Ariana la esperanza en la sala. Suelto el libro y yo dirijo a la sala.
—¡Las extrañe hermanas! —Grité haciendo notar mi presencia, mis tres amigas se levantan asustadas del mueble.
—¡Verónica me asustaste! —Reclama Ariana con la mano en el corazón, me rio de ella. Las miro, extrañaba a mis hermanas de corazón.
Lady Nayra Berloc, hija del Conde Jons Berloc, baja de estatura, su cabello es más n***o y largo que el mío, ojos marrones claros y piel oliveca, de contextura delgada, es la muchacha más centrada y sensata que conozco.
Luego tenemos a Lady Alezandra Hilbert, hija del Marqués Nick Hilbert, es alocada, atlética las dos somos muy competitivas en cualquier deporte, es bonita a mi parecer con su cabello marrón con toques rubios, grandes ojos marrones, su piel acaramelada con una figura curvilínea . Si hay algo que admirar más de ella es su Lealtad con sus seres queridos, siempre nos defiende y esta con nosotras incondicionalmente.
Por último la impulsiva, Lady Ariana Lombardo Swan, hija del difunto duque William Lombardo Swan, se puede decir que es la más alta del grupo, cabello rubio opaco, ojos pequeños de un raro color verde, delgada es la más delgada de nosotras, sobreprotectora con cada una.
Juntas formamos un grupo de "Rebeldes", entre nosotras no hay secretos. La sociedad nos tiene en la posición más baja para una dama, las flores de la mesa, nadie nos aprecia lo suficiente, los caballeros nos ignoran, algo que nos hace enojar y sentir decepcionados. Las cuatro somos únicas, no somos inhumanamente hermosas pero si inteligentes, optimistas y divertidas, el que no valore eso que se dé volverá por donde vino.
No exageremos Ariana, además no te asuste solo te avise que ya estaba aquí —le guiño un ojo, pero eso al parecer solo la ofusca más.
Nayra, Alezandra y yo nos reímos por las expresiones de Ariana.
—¡Loca! —Eso me hace reír más fuerte.
—Muchas gracias miladi, pero ese título te pertenece a ti, te lo ganaste con honores —digo con mi enorme sonrisa. Las cuatro procedemos a sentarnos regularmenteQué sucede? ¿Por qué vinieron sin avisar? No es muy común en ustedes, bueno tal vez si en la locación de Ariana que siempre viene cuando le da su regalada gana.
—¡No es verdad! —Grita Ariana.
¿La vez que Bárbara estaba haciendo galletas y el apareciste fue por pura casualidad, cierto?
Ella se sonroja.
—Sí, pura casualidad: No sabe mentir, todas partimos en risa.
—Y después de quejas de que te digamos Loca —dice Nayra —Volviendo al tema ... Verónica solo vine a pasar el rato, me aburrí, mi hermano Sebastián lloraba mucho, así que como pude me escabullí y deje a mi madre con el bebé Aunque de todas maneras, ella tiene todo el personal de la residencia cuidando a ese mocoso.
No quería tener mis clases de literatura y escaparme. —Se excusa Alezandra, miro a Ariana.
¿Y tú por qué estás aquí? —Le pregunto.
—Vina a ver si había galletas, adoro la comida de Bárbara —verdo los ojos.
—Bueno ... ¿Qué hacemos? —Pregunto y nos miramos entre nosotras ¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿¡N ''
No nos culpes, tú eres a la que siempre se le ocurre que hacer —dice Ariana.
—¡Pero no todo el tiempo tengo imaginación, holgazanas! —Ninguna piensa en nada —Creo que sería mejor si vamos a fastidiar al anciano de Alaric.
—¡Alarico! —Dice Alezandra, entusiasmada y toda sonrojada —¡Vamos! ¿¡Qué estamos esperando !?
—Tal vez el que te tranquilices desesperada de la vida y que Barbara mande a llamar un carruaje, Aleza un día llamar que contarle a Alaric que lo quieres. —Desde lo que conoce Alezandra ha vivido enamorada de Alaric y la muy tonta no le dice nada.
Al igual que el estúpido de Alaric, los dos se amaban como locos pero son tan cobardes como para confesar sus sentimientos.
—Sabes que me alaric intimida un poco —responde la castaña.
—El hecho de que mida dos metros de alto, no significa que él te valla a comer, si tú no actúas rápido otra lo hará Alezandra —le advierte Nayra.
—¡Mejor cállense! Vámonos, ya quiero verlo —dice Alezandra.
—¡No quiero ir! La madre de Alaric me exaspera —se queja Ariana y Alezandra la fulmina con la mirada.
—¡Me importa poco si mi futura suegra te cae mal! ¡Vamos por Alaric, no por su madre! Así que ... ¿te vienes o te quedas sola? ¡Tú decide! —Amenaza Aleza.
Cuando la castaña se molesta es peor que mi madre cuando me reclama por no peinarme el cabello.
—¡Dejen la pelea! Ariana levanta tus pantorrillas del sofá y Alezandra cálmate que ya iremos a la casa de tu esposo.
No es mi marido ... aun —responde Ella con una sonrisa.
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—Bien nada de nerviosismo, Aleza golpea la puerta. —Le digo al estar frente a la entrada de la mansión Wistol.
—Pero ... ¿Y si no se encuentra? —Trata de desviarnos.
—¡Basta! Te perderás la oportunidad de ser la primera a quien el Señor Berfor mire este dia. ¡Golpea la puerta cobarde! —Interviene Nayra, fastidiada ...
—¡No soy una cobarde! —Aleza se acerca muy valiente y golpeo la puerta tres veces.
Para nuestra mala suerte es Sofía la que nos recibe.
¿Se encuentra su excelencia, el Señor Berfor? —Pregunta manera amable Alezandra.
-¡No! El señor no se encuentra en este momento. —Responde con altanería. Siento mucha cólera por la forma en que le habla a Alezandra.
¿Oh, en serio? a mí no me engañes. Alaric casi nunca vende de su hogar así que ... nos dejas pasar o habla con Alaric y dudo que quieras enfrentarte a él —La amenazo y veo como su cuerpo se tensa.
—El duque ... está en su despacho ... como siempre —mis amigas pasan y yo me quedo de última, observando a Sofía teníaDesea algo Señorita Blaze?
Pregunta con desprecio en su voz pero le sonreí con suficiencia.
—Solo el que acepta que Alaric nunca será tuyo y respeta mis amigas o veras de lo que puedo ser capaz. —Ella me mira sorprendida.
—¡Amenazar no es parte del comportamiento de una buena dama!
—Lástima que yo no sea una "buena dama", estas anunciadas Sofía. Soy una persona pacífica y no te gustaría verme enojada tesoro. —Mi tono es serio y firme, con una sonrisa me alejo y sigo a mis amigas las cuales ya se encuentran en el salón principal.
—Verónica ¿Dónde está el despacho de Alaric? —Pregunta Aleza —Tú siempre vienes de visita.
—Prefiero dejar que él venga a nosotras —Aleza me fulmina con la mirada —¡Bien desesperada! Déjame sacar mis artimañas de hechicera para hacerlo aparecer.
Alezandra solo se enfurece, al parecer mi broma no le hace gracia. El amor vuelve desesperadas algunas personas. Eso nunca me pasara a mí, en primer lugar, pero creo que nunca me voy a enamorar.
¿Por qué creen que siempre me llaman bruja? —Bromeo pero las tres siguen viéndome raro, me aclaro la garganta —¡Alariccc! ¡Donde estass, ancianooo!
—¡Estas loca! ¡Es que no piensas! ¿¡Por qué gritaste !? —Me regaña un colerica Aleza.
—¡¿Pero qué demonios pasa ?! —Alaric aparece en la sala y se ve furioso —Verónica te quiero, pero vuelves a gritar en mi casa de esa manera y yo te juro que ...
Él no termina de regañarme porque queda con cara de estúpido al ver a Aleza.
—Lady Hilbert —dice con la voz ronca y las mejillas tan rojas como su cabello. ¡Ven lo que digo! Estos dos se desean con locura.
—Lord Berfor perdone a Verónica, lo que pasa es que a veces se cree que a los gritos resuelve todo —excusa Alezandra, lo único que puedo hacer es sonreír.
—Sí, lo entiendo —responde Alaric con una sonrisa.
Los dos se miran el uno al otro, olvidándose que no son los únicos en el salón.
—Milord, como tres son multitud y en este caso somos cinco, los dejamos para que conversen con tranquilidad. —Digo rápidamente rompiendo su burbuja de amor.
Alezandra me lanza una mirada fulminante, de seguro no tenía que haber dejado a solas con Alaric. Adoro ver su cara de sorpresa, esos dos terminados juntos, casados y con cinco niños hermosos y por mi cuenta corre que se casarán.