Zack ni si quiera podía creer que le había dicho que sí a Laurie, todo era tan irreal. Luego de esa llamada, concordaron para juntarse en una semana, en el departamento del moreno a las nueve de la noche. Por suerte no tenía que hacer muchos preparativos, era bastante limpio y ordenado así que su departamento estaba en buenas condiciones.
El quería demostrarle a Laurie una buena imagen. Su propia imagen.
Quería demostrarle que el era mucho más de lo que el castaño pensaba, que le podía sorprender, que era mejor que Noah. Bueno, en realidad mejor no, sino que era diferente.
Esa semana, Zack se había encontrado arreglando su departamento de un lado a otro, sus amigos también le ayudaron. Henry le consiguió al bueno que ponerse y Patty algo de comida adecuada para la ocasión.
El viernes llegó y Zack no supo nada de Laurie desde su primera y única llamada, así que la posibilidad de que este lo plantara se repetía una y otra vez en su cabeza. Sus nervios le jugaban una muy mala pasada.
"Tranquilo" había dicho Patty unas horas antes, preparando la comida "El está demasiado interesado como para dejarte plantado, ya ve a bañarte que yo terminaré esto".
"Lo sé, gracias Patty" sonrió el moreno antes de obedecer a la chica.
Zack tardó lo justo y lo necesario en bañarse, casi media hora. Se vistió con la ropa que Henry le había dejado y cuando volvió a la cocina, su amiga ya no estaba. Pero le había mandado un mensaje diciendo que se calmara, que todo estaría bien.
A las nueve y cuarto Laurie aún no llegaba y Zack sentía el enojo al darse cuenta que este no llegaría. Estaba a punto de mandarles un mensaje a sus amigos para que vayan al departamento, pero el timbre lo detuvo. Su corazón salió disparado y tardó unos segundos en levantarse del sillón.
Se vio por última vez en el espejo de la sala, arreglándose su cabello hacía arriba, estaba hecho un desastre pero ya no había tiempo.
Camino a la puerta y contó hasta diez para abrirla.
"Perdón por la tardanza" murmuró Laurie, ni bien tuvo al moreno frente suyo.
Zack asintió "Esta bien, hola".
"Hola" sonrió Laurie, contagiando a Zack de que lo haga también. Espero unos segundos a que el moreno lo dejé pasar, pero este sólo se quedó mirándolo "¿Me dejarás pasar o...?" carraspeo.
El moreno rápidamente se sonrojo y se hizo a un lado, concediéndole el paso al castaño "Lo siento".
Laurie entró y comenzó a deshacerse de su campera de cuero y sólo ahí Zack se permitió mirar su vestimenta. Se encontraba totalmente informal, como si eso fuera un encuentro como para ir al cine. Una camisa de color roja y unos jeans con unas tenis. Zack se dio cuenta que Laurie era hermoso hasta poniéndose una bolsa negra de basura, no le sorprendió.
"Deja que la cuelgue" pidió Zack, refiriéndose a la campera. Laurie se la entregó sin problemas.
El castaño le dio una mirada rápida al moreno, sonriendo. Zack se sonrojo, porque sentía la mirada del hombre sobre él.
"¿Quieres cenar?" preguntó el moreno, moviendo sus manos nervioso.
Laurie sólo asintió y Zack corrió a la cocina. El castaño lo siguió a paso lento. Zack sacó la pizza que Patty había hecho del horno, mientras Laurie se sentó en una de las sillas. La mesa ya estaba preparada y el castaño abrió el vino, vertiendo el líquido en los dos vasos. Zack sirvió dos rebanadas de pizza en cada plato antes de sentarse en la silla frente a Laurie.
Ni si quiera pudo dar el primer mordisco cuando...
"¿Eres virgen?" preguntó Laurie, con total tranquilidad, luego tomar un poco de vino.
Zack casi se atraganta ante eso, pero tomó un poco de vino para evitarlo "No, no lo soy. ¿Por qué?".
Laurie se encogió de hombros "Curiosidad".
"Bueno pero nosotros no, mhm, no haremos eso esta noche" aviso el moreno, rápidamente.
El castaño frunció el ceño "¿Qué no haremos, Zack?"
Zack tragó un pedazo de pizza pero no tardó en contestar sin vergüenza "Sexo".
"Bien" murmuró Laurie, con una sonrisa.
El moreno ya no supo que decir y siguieron comiendo en silencio. Tomaron el vino y a acabaron la pizza, Zack se levantó para llevar los platos a la encimera y Laurie lo ayudó con los vasos.
Quedaron los dos uno al lado del otro frente la encimera. Zack giro lentamente hacia Laurie, notando que su cuerpo se rozó contra el de el al hacerlo. Se sonrojo al encontrarse con la mirada de Laurie, quien también se giro para quedarse frente a frente.
"¿Quieres guardarte para tu Dom?" preguntó Laurie, cruzando sus brazos sobre su pecho.
Zack diviso los músculos de Laurie tensarse bajo su camisa roja y rápidamente miro hacia el castaño "¿Qué?".
Laurie sonrió antes de volver a hablar "Que si sólo quieres follar con tu Dom".
"Ah sí, si eso" contesto Zack, algo desorientado.
"Entonces..." prosiguió Laurie, y de la nada llevo sus manos a la cintura del moreno. Zack se sobresaltó, pero no tardó en estremecerse "... Si no quieres ser follado, ¿quieres ser tocado?" continuó Laurie, metiendo cuidadosamente sus manos bajo la remera del moreno, acariciando sus caderas suavemente. Zack jadeo y su mismo cuerpo se acercó al de Laurie en un jadeo abriendo sus labios.
Laurie pensó en lo tentadores que se veían los labios del moreno, justo frente a él, pero no podía distraerse "Un Sum siempre tiene que tener en claro que quiere, como un Dom también lo tiene. Es una relación de placer mutuo, si el Sum está para complacer al Dom, este debe estar para lo mismo al Sum a pesar de tener el mando. ¿Lo entiendes?".
"Sí" susurro Zack, relamiendo sus labios porque una mano de Laurie viajó hasta su espalda la otra seguía en su cintura, sin dejar de acariciarlo "Entiendo".
"Siempre deberás obedecer a tu Dom, porque sino en consecuencias tendrás un castigo y este siempre será de placer, pero ese estará ligado al dolor" comentó Laurie, algo serio "Entonces, ¿qué quieres?".
Zack miro a Laurie detenidamente, preguntándose si el castaño ya había hecho lo mismo, si ya había "ayudado" a otros sumisos. Seguramente esos sumisos sólo quisieron meterse en la cama del Dom, pero Zack quería más que eso, el quería meterse en el corazón de Laurie. Lentamente bajo su mirada a los labios del castaño y por un momento perdió el hilo de sus pensamientos, porque si, quería tener esos finos y rosados labios sobre su boca, sobre su cuerpo, reclamándolo como su sumiso.
"Quiero..." comenzó Zack, totalmente ido y cegado.
"¿Quieres ser besado, Zack?" preguntó Laurie, interrumpiéndolo.
Y Zack no quiso disimular nada "Si, quiero ser besado" pidió, sonando como una orden en sus labios "Bésame, Laurie, por favor".
Laurie sonrió para sí, amaba que un sumiso pidiera bien lo que quería. Y sobretodo que sabía bien lo que quería. Con lentitud, fue eliminando poco a poco la distancia que había entre su boca y la del sumiso que se encontraba entre sus brazos.
Zack sentía su corazón latir fuertemente, sentía que en cualquier momento este saldría disparatado de su pecho. Cerró sus ojos cuando sintió el aliento de Laurie chocando contra el suyo, y después sintió los labios de este rozar contra los suyos.
"Que suerte que yo también quiero besarte, Zack" susurro Laurie contra los labios del moreno, para luego por fin juntarlos en un beso.
Por fin.