Pasaron varias noches hasta que Zack volvió a ver a Laurie. El Dom no había aparecido por el club durante una semana, intrigando al moreno.
Así que cuando Zack lo vio entrar por las puertas del club esa noche, sonrió tal cual como un niño enamorado. Pero esa sonrisa le duro poco tiempo, al divisar al rubio detrás de Laurie, ambos iban de la mano. Maldijo y se acomodó en su silla, mirando hacia el frente. No quería ver eso.
"¿Le vas a hablar?" preguntó Patty unos segundos después, imitando la acción de moreno.
Zack se encogió de hombros dándole un sorbo a su trago "No lo sé, me da igual".
Patty río "Puedo hablar con Noah, si de eso sirve de algo".
"¿Por qué hablarías con Noah?" pregunto Zack, frunciendo el ceño.
"Para que puedas hablar con Laurie. Aprovecha. Quizás puedas aceptar su propuesta de la otra noche" contestó Patty, emocionada.
El moreno dudó, pero rápidamente negó "No voy a aceptar nada de el... por ahora".
"Bien, pero hablen" decía Patty, mirando hacia atrás. La chica rápidamente dio un salto "Mira, Noah se está yendo a los baños, lo voy a entretener cuando salga. Aprovecha Zack".
Zack la vio perderse entre la gente mientras ella se dirigía al baño. Mierda, el sí que quería hablar con Laurie. Busco al hombre con la mirada, para encontrarlo bebiendo una cerveza en la otra barra, la más alejada de la suya. Se armó de valor para levantarse y con su trago en su mano derecha, comenzó a caminar hacia su obvio objetivo, más nervioso de lo normal.
Laurie casi se atora con su cerveza cuando vio al moreno caminando hacia él. Se recompuso rápidamente, arreglo su postura y sonrió, de la única manera que sabía hacerlo, arrogante.
"Hola" saludo Zack, extendiendo su mano temblorosa hacía el castaño.
Zack se volvió a preguntar así mismo de dónde sacó el valor para caminar hacia el impotente Dom. Pero sabiendo que tenía los minutos contados, debía aprovecharlos de una manera eficaz.
Laurie tomó su mano y con una total seguridad, la estrecho "Buenas noches, Zack".
Zack apretó sus labios, ignorando una vez más lo bien que se escuchaba sus nombres en los labios del castaño "¿Cómo estás?"
"De diez, ¿y tú?" contestó Laurie con desdén, un poco más fuerte debido a la música.
La gente empezó a amontonarse en la barra, el cuerpo del moreno se vio empujado aún más cerca al de Laurie, que estaba contra la pared. Laurie sonrió interiormente a esto, notando como el moreno mantuvo la poca distancia que separaba sus cuerpos. Estaban tan cerca y arrinconados, que si Laurie inclinaba un poco más su cabeza y si Zack levantaba la suya, podrían unir sus bocas en un beso. Aún que sea uno innecesario.
"Bien" respondió Zack con molestia, al estar tan cerca del Dom. Estaba tentado a tocar a Laurie, pero sabía que eso le traería problemas que no querría explicar. Y odiaba a toda esa gente que se había acumulado en la barra por ponerle en esa situación.
"¿Ya tienes Dom?" preguntó Laurie, sin ninguna molestia, tranquilo.
Zack negó levemente y agradeció a Laurie por seguir hablando, ya que se había quedado sin decir nada "No aún".
Laurie se vio a sí mismo a gusto con esa respuesta "¿Tienes a alguno en mente?".
"Si pero... no sé" Zack dejó de hablar rápidamente, no podía decirle a Laurie que él era el Dom que tenía en mente. Miro al castaño a los ojos, esperando a que prosiga.
"¿Qué no sabes?" prosiguió Laurie, tratando de fingir desinterés.
"Si él me quiere a mí" contestó Zack, sintiéndose valiente de la nada. "El es algo exquisito, tiene sus propias reglas de lo que debería tener o no su sumiso ideal, y la verdad creo que yo rompo algunas de esas".
Laurie se preguntó a sí mismo que Dom en su santa vida no querría tener al pequeño e inexperto Zack Morell como sumiso para corromper, o guiar en todo caso. El castaño ya se había admitido que el moreno tenía una belleza inigualable, desde el color de su piel a sus labios que se veían tan suaves y tentadores a simple vista. "¿Así? ¿Puedo saber quién es?".
Zack rápidamente respondió, o grito "¡No! No lo conoces, el... el no es de aquí".
Laurie frunció el ceño "¿Y por qué vienes aquí?".
"Tengo algunos amigos por aquí, y este Dom no es mucho de salir" mintió Zack, bueno, no del todo.
Se quedaron mirando en silencio, con la música y el bochinche de la gente de fondo. Como esperando que alguien los interrumpa, porque ellos no lo harían. Fue ahí cuando, quizás la peor idea de todas, se le cruzó a Laurie por la mente. Pero los ojos color almendra del moreno lo tenían tan embobado y por no decir que sus finos y rosados labios también.
"Puedo entrenarte" murmuró Laurie. Zack abrió su boca sorprendido, y el castaño prosiguió nervioso "Digo, puedo entrenarte para ser un buen Sum para tu Dom. El mejor. Y cuando estés con el, puedas ponerte al régimen de sus propias reglas".
Laurie sí que era un buen mentiroso, porque eso sí que había sonado como una mentira sólo para tener a ese Sum que ya lo había rechazado una primera vez.
"¿No le molestará a Noah?" contestó Zack con una pregunta, bastante falsa.
Y Laurie contestó sin pensar "No debe enterarse, igual no es como si lo cambiará a el por ti. El es mi Sum fijo, tu sólo serías un aprendiz".
El es mi Sum fijo.
El es mi Sum fijo.
El es mi Sum fijo.
El es mi Sum fijo.
Esa frase resonó en la cabeza de Zack, como si fuera una pelota de fútbol que una y otra vez golpeaba contra su cabeza. Pero, ¿qué esperaba? ¿qué Laurie cambie a un Sum perfecto y experto como lo era Noah por él, un Sum que ni si quiera tenía experiencia en el ámbito s****l?. Le dio un sorbo a su trago, furioso consigo mismo por no hacer más que ilusionarse, pero su corazón latía fuertemente contra su pecho recordándole lo mal que estaba por el hombre que se encontraba frente a el.
"¿Puedo darte una respuesta definitiva luego? Por favor" contestó Zack, algo confundido.
Laurie sonrió y sacó una birome de su elegante traje. Se estiró sobre la mesa de la barra, hasta tomar una servilleta. Zack lo vio escribir algo en ella, hasta que Laurie tendió la servilleta frente a el "Mi número, ante cualquier respuesta".
Zack tomó el papel y miró el número, antes de asentir "Gracias".
El castaño estuvo a punto de contestar, pero se vio interrumpido por la llegada de Noah a su lado. El rubio lo miro para segundos después darse cuenta de la cercanía que mantenían el castaño y el moreno. Tomó el brazo de Laurie, acercándolo a el para alejarlo del moreno.
"Perdón por tardarme, tuve un inconveniente con una chica" comentó el rubio, gritando. Laurie lo miro y asintió, para luego volver a mirar a Zack.
Zack tenía la servilleta, ya arrugada en el interior de su puño. Odiaba tanto al rubio, odiaba ver como reclamaba a Laurie frente a el. Pero de la nada sonrió, ¿acaso Noah se sentiría intimidado?
"Nos vemos Laurie, adiós Noah" se despidió Zack, sintiéndose de más ahí. Se alejó de la pareja, sintiendo la mirada del castaño en su espalda.
Diviso a Patty sentada en la otra barra y corrió hacia su amiga. La abrazo por la espalda, asustándola.
"Mierda Zack, me asustaste" murmuró la chica. El moreno se sentó a su lado, tendiéndole la servilleta arrugada "¿Qué sucedió?".
Mientras la chica veía la servilleta, Zack le contó todo lo más resumido posible. Su corazón aún latía sólo al recordar lo vivido hace unos minutos. Su amiga sonreía feliz.
"¿Le dirás que sí?".
Zack miro hacía la barra contraria, sólo para encontrarse a Laurie y Noah un tanto melosos. Las manos de Laurie se encontraban en la cintura de Noah, acariciándolo. Volvió a mirar a su amiga, queriendo borrar esa imagen en su cabeza.
Pero aún así, le contestó con una sonrisa "Quizás".