kismet

Kismet

Amas a las personas de manera incondicional.

Solía no involucrarme con las personas, pero el caso de Shawn, fue diferente, fue de manera inmediata, él y yo éramos diferentes, unidos, no necesitábamos mucho para serlo, simplemente un día paso, conectamos con el tema más banal del mundo, pero sentí que ese "clic" se percataría inclusive en la NASA.

Mis ojos miraron hacía Alana, quien buscaba por todo el lugar que alguien llegará, él, quizá quería ver si mis palabras conectaban con las cosas que él hiciera.

Shawn, recordaba las noches que pasamos hablando por teléfono, aquellas veces que ilumine su rostro con una linterna cuando éramos niños, su sonrisa, todo, cuando andaba en patineta y su primera caída, recordaba todo, pero no parecía tener importancia. Recordé que él siempre amo el pueblo, usando aquellas botas militares, su chaqueta de cuero, no lo sé, podría pasar por un personaje de los 90. Adoraba ir por los alrededores verdes, sus ojos fríos distantes albergaban mil emociones, mismas que desconocía en ocasiones.

Quería pensar que él se alegraba por la noticia pero tenía en mente bastantes noticias ruidosas y esta lo era.

Así que, Alana y Francis, ellos habrían sido vitales las últimas horas, pude notar la intriga dentro de ellos, quienes vinieron conmigo a aquel pueblo, lo gracioso era lo mucho que quería salir de ahí y ahora ser yo quien quisiera volver, era tan raro, ninguno de los dos me cuestiono contrarío a ello, me apoyaron, lo agradecí. Así que estar aquí en este pueblo, donde crecí con cada cosa igual a lo que recordaba me hacía asegurarme que no estaba loca, sólo que sentía que ya no pertenecía aquí.

Pensé en ello de estar en España, al no conocer a Shawn no hubo nada que me frenará a partir apenas terminé la preparatoria, tomé la oportunidad. Ahí conocí a Francis 《Mi mejor amigo》 era nuestro vecino, es... Elaboramos un lazo bastante estrecho y nos habríamos hecho apegados.

Era el mismo día que yo recordaba, con la única diferencia, que nada era como yo lo recordaba.

—Necesitas una excusa lo suficientemente buena—, Remarcó Alana, vaciando un sobre de azúcar a su café—. ¿Cómo comenzaras a hablar con él?

—Él sabrá quien soy, estoy segura—, Mencioné con tranquilidad dando un trago a mi café—, No pudo olvidarme de un día para otro, es imposible.

Ambos compartieron una mirada de duda, pero ninguno menciono nada sobre ello.

—Solo paso un día—, Recalque con una mueca pequeña—. ¿No es muy poco tiempo? Para olvidarme.

—La cosa es preciosa, que no parece ser la misma realidad de la que vienes—, tomó mi mano con cautela Alana—. Estas aquí, pero nada es si quiera como tu lo creías.

—Además... Es lo que deseaste—, recalcó Francis dándole una mordida a su panecillo a lo que bufé—, ¿Vos no querías olvidarlo? En hora buena, te ha sucedido.

—Pues en realidad, quería no conocerlo—. Le corregí buscando con la mirada a él, siempre venía aquí—. Pero el destino cumple los deseos a medias. Así que, yo lo conozco.

—Y posiblemente él a ti no—, Expreso alana—. A la próxima, se más específica.

—Sí, la siguiente vez que quieras sacar a alguien en tu vida—. Se burló con la boca llena de galletas Francis—. ¿Enamorada de él? Creí que no tenías sentimientos.

—Que los tiene—, mencionó Alana, colocando su taza sobre la mesa—. Sólo que en ambos universos los ahoga.

Escuché el sonido de la campanilla al abrirse la puerta, miré de reojo hasta que mi mirada se centro en Shawn, cada mañana de lunes el acudía aquí a las siete de la mañana, el odiaba los lunes.

—Es él—, Les dije en un susurró, levantándome.

Apenas estaba por ir detrás de él, cuando me tomó de la muñeca Alana, mirándome cómo si me encontrará completamente loca.

—No puedes decirle a las personas cosas así y esperar que te crean—. Dijo entre dientes ella, tomando con más fuerza mi muñeca—. Debes esperar...

—El entenderá.

No la quise escuchar, quizá de haberlo hecho las cosas habrían sido diferentes, caminé hacía Shawn con una sonrisa en los labios, plantándome enfrente de él.

—Hola—, Le saludé con emoción.

Sus ojos me miraron con lentitud, en sus ojos lograron albergar algunas emociones, sentí cómo si me hubiera reconocido, cuando una sonrisa de lado salió de sus labios, sin embargo, fueron segundos, cuando sus cejas se fruncieron levemente, para terminar en un rostro de desconcierto.

—Hola—, Alargó el saludo—, ¿Te conozco?—, preguntó con incomodidad rascando su nuca.

—Ah...

—Okay—, Alargo con desconcertó.

Miré hacía Alana y Francis, quienes me miraban con una sonrisa de incomodidad, noté eso de inmediato, me sentí vulnerable, por primera vez. Podría decir que me quedé sin aliento, y mis manos comenzaron a sudar.

—Yo...—, titubeo, sin tener respuesta alguna.

Claro que me conocía, pero hoy parece que éramos desconocidos y eso me quemaba por completo la piel, perdiendo el control absoluto sobre mi misma, sobre todo.

—Lo siento creo que me confundí—, susurré entre dientes sin saber que decir—. Es solo que eres igual a alguien que creía conocer...

—Tal parece—,Expresó con frialdad—. Lo siento, pero tengo que irme.

Apenas dijo eso salió de mi campo de visión con toque de desconcierto. Me quedé ahí parada, con los huesos calándome de manera irreal, podría ser, que me sobresalté cuando las manos de Francis se colocaron sobre mis hombros, le miré notando cómo parecía sentir pena por mí, me guio a la mesa, apenas me senté mis ojos no pararon de seguir a Shawn.

—Quizá estas confundida, ¿Estás segura que es él?—, preguntó Alana—, Podrías haberte equivocado.

—Un expreso—, señalé para escuchar después de sus labios como lo pedía—, Galletas de vainilla y tomará aquel boleto de lotería.

No mire hacia Shawn ya, pero podía ver como los ojos de Alana y Francis lo seguían con un toque de confusión.

—Así que tu historia es cierta—. Mencionó Alana—. Creía que era un colapso por la sobrecarga de trabajo. Es decir...

—Tu historia es buena, más suena irreal que algo así pueda suceder, ¿Sabes?—, le continuo Francis—. Es como si en realidad lo conocieras.

—Lo hago—, les dije. Para soltar el aire de mis pulmones—. No imaginé que un deseo cambiaría mi vida.

Ellos se mantuvieron en un pequeño silencio, sin embargo, no decían nada, miré como Shawn salía del lugar, pero su mirada seguía sobre mí.

***

《Clic》 A veces con algunas personas, de manera inmediata sentías aquel clic, no necesitabas explicaciones, solo lo hacías.

Me tiré en el pasto, para mirar hacía el cielo, Alana y Francis imitaron mi acción, tomé un poco de aire, para verlos a los dos.

—¿Hay plan b? Es ridículo si crees que las cosas podrían salir perfectas, no es una novela romántica.

—Podría convencerle de lo que sucedió—, Comenté, mirando las nubes pintando el cielo—. Ustedes me creyeron.

—Confiamos en ti, porque te conocemos—. Recalcó Francis—. Pero él no te conoce. Lamento lo que paso preciosa, pero no son amigos, sólo conocidos.

Suspiré para enfrascarme en las nubes, sabía que tenía razón, que no nos conocíamos en lo más mínimo, tenía que...

—Aunque... Podríamos intentar—. Dijo repentinamente Francis mirando a Alana, sentándose—, ¿Qué podría salir mal?

—Muchas cosas podrían salir mal—. Recalcó Alana.

—No. Es amor, ¿Qué no?—, preguntó divertido—. Iremos al ritmo del amor.

—No seas tonto.... Es la cursilería más tonta que he escuchado—, Chasqueo su lengua Alana.

—¡Kismet!—, palmeo mi pierna repetidas veces—, ¿Lo recuerdas? Fue tu base de inspiración en aquellas pinturas.

—¿Kismet?—, pregunté aturdida.

—Ay, no. Regrésenme a mi Blake, esta es bruta—, se quejó Francis.

—Kismet—, repetí—. Cada persona tiene un destino único, inevitable... Puesto que este está escrito.

—¡Exacto!—, palmeo con emoción él, Alana rodó los ojos—. Aún si le pidieras al destino no "haberlo conocido", hablas en pasado.

—¿Qué con eso Francis?—, preguntó Alana—. Con aquello que dices no podrías regresarle el tiempo a Blake.

—Pero, si regresar a los sentimientos—, Dije mirando a Francis—. Si el destino esta escrito, no podrá haber cambiado.

—¡Exacto! ¡Arme el rompecabezas!—, Celebró Francis.

Sonreí emocionada, Francis levanto su puño y choque el mío con el.

—¡Bingo!