4. Logros

1900 Palabras
Hailey Dicen que el tiempo lo cura todo, bueno, he esperado por lo que parece una eternidad tratar de sanar la herida y nada sucede, el tiempo no retrocede, no lo puedes frenar, simplemente avanza sin importar lo que destruya a su paso y cada día se encarga de joderte más. Me levanté esta mañana sintiendo la ausencia de mi familia, hoy se sentía diferente, como si tuviera algo muy pesado en el pecho, la verdad es que durante los últimos meses las cosas han sido así, desde que regresamos a casa para iniciar el ciclo escolar nuestro hogar cada vez se sentía más vacío, sería bueno pensar que con un poco de dinero las cosas serían diferentes, pero mi madre con trabajo me daba para si quiera sobrevivir así que había tenido que conseguir algunos empleos para ganar dinero y tener comida en casa, siendo menor de edad no había muchas opciones y mi apellido fuera de esta ciudad resultaba molesto para muchas personas, nuestra reputación se había dañado. Mientras desayunaba recibí una llamada de Isaac. —Sigo viva si es lo que te preguntas y no gracias a mi madre —hablé sustituyendo el “hola” —Alguien amaneció de malas. —Solo estoy algo cansada. —Hailey, recién te despertaste. —Imagina que tan mal estoy ¿Querías decirme algo? Si quieres puedo repartir tus tarjetas de presentación por toda la escuela uno nunca sabe cuándo puede requerir los servicios de un abogado —se escuchó una pequeña risa del otro lado —Necesitas salir con alguien estar tanto tiempo con mi madre te volverá loco. —Estoy trabajando con ella y creo que tenemos un progreso. —Ahórrate las noticias buenas, no tengo ganas de ilusionarme hoy, cuando haya algo concreto me llamas, no antes ¿De acuerdo? —Parece que mi jefa es otra —añadió entre risas. —Ya enserio ¿Para qué llamas? —Son buenas noticias en realidad, parece que tu madre podrá ir hoy a casa si es que nada se complica. —¿Estás hablando en serio? —había pasado alrededor de un mes desde que no lo veía. —Son buenas noticias ¿Cierto? —Eso depende. —¿De qué? —De si viene ebria de nuevo, no tengo que recordarte que las últimas visitas que recibí de mi madre acabaron mal, apenas puedo con mi vida, no necesito cuidar de una mujer que bebió de más. —A veces tiene días malos. Debía ser una broma ¿Cómo podía justificarla? Miles de millones de personas tienen día a día momentos malos y no precisamente por eso deben embriagarse hasta perder la consciencia, no había justificación para lo que estaba haciendo, además de que bebía Dios sabe qué, llegaba a casa esperando ser cuidada, cuando se hartó de no recibir el cuidado de 5 estrellas que ella quería fue cuando decidió mudarse poniendo como pretexto que tenía que estar más cerca de mi padre y hacer lo posible por solucionar el gran problema en el que estábamos. —Isaac no puedo creer que la justifiques. —No lo entiendes, no es lo mismo. —Claro que no es lo mismo —respondí con sarcasmo —ella es la esposa y yo soy la hija, claramente que yo no tengo el más mínimo interés en mi padre, por eso es que estoy tan feliz tomando trabajos mal pagados para tener algo de comida, porque yo estoy bien y ella no, claro que la hija nunca sufre. —Eso no fue lo que trataba de decir, Hailey. —Solo asegúrate por favor que cuando llegue esté sobria —colgué la llamada. Fui hacía la escuela donde al menos todos pensaban que mi vida era perfecta, había persona que envidiaban el hecho de que estuviera viviendo sola, lo llamaban una “independencia temprana” no podía revelar la verdadera razón por la que mi madre no se encontraba en la casa, era probablemente la última cosa que quería hacer, la escuela era el único lugar que me quedaba para mantenerme un poco cuerda, los maestros me apreciaban, notaban que tenía las mejores notas, participaba en todas las actividades que la escuela hacía siendo yo la organizadora, eso mantenía mi mente ocupada y al menos servía como una distracción, era una lástima que Jeremy siempre se pegaba como un chicle a mí, pensé que ya había sido bastante clara al decirle que terminamos. Tomé el resto de mis clases de manera normal hasta que llegue a una de mis clases favoritas, artes divididas, en realidad se sentía como si fuera un espacio libre de expresión todo gracias a que nuestra maestra se había esforzado en hacer de ese salón un lugar seguro; me senté y comencé a trabajar como el resto de las áreas, no había notado que Landon siempre estaba concentrado en sus fotografías. Hoy no tenía cabeza como para pensar en algo más creativo en mi pintura así que hice lo único que se me ocurrió, dolor, soledad y miedo son solo algunas cosas que quería representar en esa pintura, no tenía ganas de nada y fue un milagro que entrara a la clase de artes divididas aunque era mi clase favorita en ocasiones tenía miedo de que la gente viera mi trabajo y descubriera cómo me siento en realidad, a veces creía que ese salón era mi escapatoria, el lugar donde realmente debía estar, donde pertenecía, pero desde lo que pasó con papá… ya no siento que pertenezca a ningún lado. —No encuentro el sentido en pintar rejas ¿Qué se supone que quieres mostrar? —habló la maestra parándose a mi lado, si tan solo supiera. —Así es el arte, para las mentes simples todo carece de sentido —respondí manteniendo mí mirada fija en la pintura, ya no lo soportaba. —Hailey ¿Estás bien? —Perdón, profesora ya me tengo que ir. Salí corriendo del lugar como si fuera una niñita asustada, no quería seguir ahí, no quería seguir viendo la pintura, me quedé debajo de un árbol, si algún maestro me encontraba se preguntaría qué estaba pasando, casi nadie viene a este lugar, estaba completamente a salvo, eso pensaba hasta que él habló. —Eres Hailey ¿Cierto? ¿Puedo sentarme? —Claro, si Jeremy te envió puedes irte ahora, no necesito su protección —dije sin ánimo y limpié mis lágrimas, era bastante obvio que no me encontraba bien ¿Qué diablos quería?   —De hecho, nadie me envió —estaba confundida —Lo que le dijiste a la maestra fue realmente bueno, las mentes simples no entienden el arte de los demás. —Sí, pero para quienes ven más allá de los trazos, bueno, son mentes llenas de imaginación, ellos le dan vida a la pintura —lo miré por breves segundos, sus ojos… algo había en sus ojos. —Es difícil lograr que la gente aprecie el arte como tú lo haces, para algunas personas todo carece de sentido. —Creo que lo realmente complicado es transmitir de manera concisa lo que sientes —En fin, ¿Te puedo ayudar en algo, Landon? —pregunté creyendo que se iría pronto. Landon Leith, cuando se trataba de las notas más altas él era mi competencia, creo que Landon jamás me vio de esa forma, pero si quería sobresalir debía ser mejor que él, me sorprendía que llevara una vida estudiantil perfecta y de vez en cuando se escapara con su mejor amigo para beber. —En realidad quería darte esto —sacó una libreta de su mochila, me quería morir —toma, la encontré después de que te fuiste del aula de exposiciones, no pude evitar verlo lo siento, eres realmente talentosa, cada uno de los dibujos transmiten algo diferente, dices que es difícil transmitir lo que sientes de manera concisa, pero en realidad lo haces ver muy fácil. —¿Viste mi libreta? —Sí, bueno no por completo, solo vi que —¿Qué tanto sabes? —hablé molesta y me levanté, poco después él hizo lo mismo—Es mi libreta, no tenías derecho a ver lo que había en ella, ¿Quién diablos crees que eres? —Yo solo quería… —se quedó callado. Creí que nada podía empeorar más mi día, pero mi semblante cambió en cuanto vi a una mujer rubia acercarse hacía nosotros, Meredith, no entendía que hacía ahí y me aterraba averiguarlo. —Landon, prepara tus cosas tenemos que irnos. —Hola, soy Meredith tú debes ser Hailey, he escuchado mucho de ti —solo pude asentir con la cabeza ¿Por qué se presentaba si ya la conocía? —¿Te encuentras bien? —habló preocupada. ¿Era la madre de Landon? No entendía nada, me quedé quieta y pálida como si hubiera visto un fantasma. —Sí, estoy bien, de hecho ya me iba, no se preocupe — tomé mi mochila y lo único que deseaba era alejarme del lugar, Meredith lo impidió. —Landon, cariño, porque mejor no me esperas en el auto, te alcanzo en un momento ¿Quieres?  Se quedó conmigo, hablamos de varias cosas, ahora me sentía peor que antes, solo le supliqué que no le mencionara a nadie lo que había ocurrido, no soportaría que alguien más lo supera, creo que llegamos a un acuerdo. Para cuando terminamos de charlar, fui a mi casa pensando en tantas cosas a la vez, subí a mi cuarto y vi la puerta del cuarto de mi madre abierta, ella estaba ahí acostada con un montón de papeles en el suelo, creí que llegaría hasta la noche, llevaba tiempo sin verla, estaba tratando de arreglar todo lo relacionado con mi padre, nos habíamos quedado sin dinero, la habían despedido, la reputación de la familia estaba dañada y mi vida solo empeoraba, llevaba años empeorando. Decidí prepararle algo de comer, dejé la comida en su buro, después de todo no dudaba que lo hacía día a día podía resultarle agotador, merecía un descanso como todos, al de terminar de hacer mis tareas vi que ya era tarde e iba algo retrasada para mi cita, ya estaba oscureciendo un poco, después de todo lo ocurrido me sentía más tranquila, esta sería la última terapia que tendría, el psicólogo había cambiado nuestra sesión para el día de hoy porque al parecer tenía planes fuera de la ciudad, espero que al menos se vean resultados del dinero invertido en mis terapias. Un poco de ayuda nunca está de más, creo que muchas personas asocian un psicólogo con personas que están locas, no necesariamente es así, lo ocurrido con mi padre me había causado tanto conflicto que terminó quitándome la paz por completo, no podía dormir, me sentía constantemente mal física y emocionalmente, necesitaba ayuda y había tardado en pedirla; todo iba bien de camino al edificio, pero cuando iba a cruzar la calle vi del otro lado a Landon ¿Qué demonios hacía ahí? Era claro que necesitaba acercarme a pedirle disculpas por lo ocurrido y por la reacción que había tenido, solo que no tenía muchas ganas de hacerlo en ese momento, no quería que supiera de mis terapias ni que pensara que estaba loca o algo por el estilo, así que seguí caminando hasta que lo perdí de vista, cuando por fin lo hice, entré al edificio, Christopher me estaba esperando.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR