Intenté mantenerme al margen mientras Anna se instalaba de nuevo en Grant Pasadena. Solo el hecho de que ella estuviera de regreso me daba gran consuelo. Quería hacer algo especial para ella, pero aún no había decidido qué. Estaba nervioso incluso para hablarle porque no quería decir algo incorrecto y perderla otra vez. Poco a poco empezábamos a llevarnos bien y el sexo de reconciliación que tuvimos en Nueva York aún me perseguía cada noche. Recordaba haberle dicho que la amaba en el calor del momento, pero creo que no me escuchó bien. Quería reunir el valor para decírselo de nuevo, correctamente, y sentía que esa noche sería la noche.
Aparqué frente a su cabaña y reuní el valor para tocar su puerta. Llevaba el ramo de flores que sostenía y salí del coche. Caminé hacia su puerta pensando
