XANDER Verlo dormir se ha convertido en una de mis cosas favoritas. Sí, puede ser un poco espeluznante para algunos, pero me encanta ver esta faceta tranquila y relajada, contraria a la de gruñón y de "jefe en todo su deber" que suele mostrar. No sé cuánto tiempo llevo observándolo y no me importa. Hace poco, cuando me hacía una vez más el amor, su cuerpo transmitía pasión, amor, éxtasis y deseo desenfrenado. Ahora, en este instante, todo lo que puedo ver es calma, tranquilidad y serenidad, como nunca he visto cuando está en sus cinco sentidos. Es fascinante. Él está acostado sobre su espalda mientras que yo en uno de mis costados, estudiando su perfecto perfil. Tiene un brazo debajo de su cabeza, después de un tiempo me di cuenta de que siempre hace eso a pesar de tener una almohada.

