Moscú, Rusia. 15 de diciembre 8:35am. Hace 12 años. —j***r, pero que frío de mierda hace. Alekséi gruñó impaciente, aguardando en la entrada de La Mansión, usando un largo y pesado abrigo, pero que nada parecía protegerlo en contra del clima helado que hacía ese día, típico del mes. Densas nubes de vaho eran sopladas fuera de su boca cada vez que respiraba, las manos resguardadas dentro de sus bolsillos, pero a pesar de llevar guantes, temblaban como si estuviesen desnudas. —Juro por Dios que, si no se apura, lo sacaré a patadas. Le dice al chofer, que estaba recostado sobre la larga limusina, el cual le dedicó una simple sonrisa comprensiva como respuesta. Solo Alekséi Magnus se atrevía a enfrentarse a Yurik de ese modo, los demás esbirros ni siquiera le dedicaban una mala mirada al

