¡Es Marcie!
Me llevo la mano a la boca para cubrirme el asombro cuando veo lo sucio y desaliñada que está. Ninguno de nosotros dice nada pero Sean intenta levantarse de la cama para ir hasta ella que corre a sus brazos y se acuesta sobre él en la cama.
Me vuelvo a sorprender cuando veo que llora desconsoladamente sobre él, quien a su vez la mece en sus brazos como si fuera una niña.
Es la primera vez en toda mi vida al lado de Sean que le veo ser así de protector con una mujer que no sea yo. Me sobrecojo a mi misma por su gesto hacia ella.
Sé que mi marido también está asombrado a su propia forma porque sus ojos son como un espejo en el que me veo a mi misma con su exacta expresión. Supongo que a ella tampoco se le suele ver muy entregada con nadie. Pero también es cierto que todos sab
