Los días pasan sin muchas novedades. Alexander y yo, aprovechamos cada momento que tenemos para estar juntos. Todos los días almorzamos juntos y cuando puede salir temprano, también vamos a cenar. De la misma manera, paso bastante tiempo con el Licenciado Scott, ya que ambos organizamos toda la comercialización de las marcas de nuestros clientes. Cada día que pasa me doy cuenta que este hombre me agrada menos. Casi a diario hace declaraciones fuera de lugar sobre mi persona y no pierde la más mínima oportunidad para provocarme o hacerme enojar. Entre las ocupaciones del trabajo, los momentos de tristeza y amargura cuando estoy sola, y las incesantes llamadas de Roddy pidiéndome perdón, los momentos que paso con Alexander son los más felices de mi vida. Siento que a su lado encuen

