Eloise Dormía plácidamente. Era la primera vez en años que no tenía pesadillas. ¿Acaso podía, por fin, dormir bien después de mi encuentro con Alessandro y ese beso que nos dimos? No quería hacerlo… pero volví a caer en la calidez de sus abrazos. Sin embargo, una llamada inesperada me arrancó bruscamente de mi primer sueño tranquilo. Muevo mi mano para tomarlo, —queee, quien es—, aún estaba dormida. Era uno de los trabajadores de la fábrica de producción. Su voz, temblorosa, transmitía una mezcla de urgencia y miedo. —Señorita Annette, disculpe la hora pero ocurrió algo en los laboratorios. Al escuchar me senté de golpe, había ocurrido algo grave en los laboratorios. — ¡que ocurrió!, espero que nada grave. No se escucha nada por unos minutos, — por desgracia si, por favor venga ráp

