CHANTAL Estuve trabajando en un plan para la empresa con el que pretendía ganarme a los directivos y demás accionistas. Regina hacía bien su trabajo, pero yo pretendía jugármela yendo más allá de solo hacer mi trabajo. Tenía que tomar movimientos arriesgados que sabía que me podrían costar mi puesto si algo salía mal, pero había llegado demasiado lejos como para renunciar tan fácilmente. — ¿Piensas quedarte aquí? —Me sobresaltó la voz de Leonardo que había entrado a mi oficina sin siquiera tocar la puerta. Habían pasado tres días desde que habíamos tenido la discusión con mi papá. Era la primera vez que había visto a mi hermano desde aquel día en el que se fue echando chispas. — Estoy preparando un esquema de negocios —. Eran casi las diez de la noche y la oficina estaba vacía. Todos

