Por la mañana en el pasillo de la universidad la secretaria de la facultad encontró a Misi. — Misi, tienes que entregar tu colección final, porque solo recibimos dos piezas, faltan la chaqueta de hombre y el vestido de noche. – Dijo ella con voz rígida. — Señorita Tilin, aun no tengo el dinero para la tela y la fornitura, — explicó la chica, esas dos piezas eran más caras en la creación del boceto, que dibujó, — hasta el final aún tengo tiempo. Por favor, le pido un mes más. — Si no los presentas en un mes, no puedes presentarte para el examen final, — cortó la secretaria. – Y no podremos enviarlos al concurso de Milán. — Ya, pero la ayuda, que me dio la universidad solo llegó para dos piezas, — exclamó Misi enfadada. — Deberías diseñar ropa más barata, si no puedes pagar las extras

