En ese mismo momento me siento como si acabase de cerrar un pacto con el diablo. *** Separamos nuestras manos que antes se han juntado para cerrar el pacto ambos con una sonrisa extraña en el rostro. -Esto es muy raro.-Digo riendo. -Dios, creía que era el único.-Admite él entre carcajadas al igual que yo. -Emmmm ... Bueno ... Pues, me voy ...- Digo girandome hacia la entrada principal mientras me guardo el teléfono en el bolsillo trasero del vaquero. -Ehh ... Espera ...- Dice el ahora cambiando a un semblante mas serio.-No le digas a nadie lo de amigos por tres días, ¿vale? -Pide alzando una ceja. -¿Por? -Pregunto frunciendo el ceño. -No, por nada ... No lo digas y punto, por favor.-Replica poniendo un leve puchero y juntando de forma suave las palmas. -Ehh ... Vale ...- Contesto

