- - - - - Alaia Nick finalmente se pone la camiseta y se fija en mí cuando va a tomar asiento. —Qué agradable sorpresa —sonríe genuinamente y se ve como el chico del que me enamore. Ante las sensaciones, bebo un gran sorbo de la copa de vino que Sophie sirvió antes de irse. —¿Qué tal tu viaje? —cuestiono y trago el vino con fuerza y dejo de mirarlo. —Fue productivo e interesante —asiente con otra sonrisa en sus labios y cierto brillo en su mirada. Sirven la cena y se siente como si hiciéramos esto cada día de nuestras vidas, mis hijos se ven felices, hablamos de asuntos triviales sin querer tocar puntos sensibles, y es porque lo prefiero así, me permito vivir este momento, es evidente que la idea de que, si las cosas no se hubieran destruido, seriamos una familia, como lo par

