- - - - Nick Dejo que los pies de mis niños toquen el suelo y camino hacia el despacho, el rostro de mi amiga tiene ojeras y no se ve como siempre luce. Abro la puerta y ella está mirando todo en el despacho, gira su rostro cuando me ve entrar y sonríe. —Nick —dice y me abraza, la recibo con afecto, es una gran amiga para mí. —Como estás —la llevo al mueble, me fijo mejor en ella y me preocupo, además que no tiene la actitud de niña caprichosa de siempre. —Estoy bien —suspira y hace una mueca, lo que me hace ladear el rostro. —Bueno, no, no sé —mira sus manos. —Finalmente, estas con tu mariposa —cambia el tema y me regala una leve sonrisa. —Por fin —exhalo cansado al pensar en todo lo que tuvimos que pasar —, por fin, puedo ser completamente feliz, Bárbara. —Es maravilloso, Nic

