Una demanda en puertas.
Este hombre no entendía las título de su hijo y se lo hizo saber.
— No entiendo; ¿por qué quieres ocultarlo?— dijo confundido— además, sabes que ella no te ama.
Steven miró a su padre y respondió:
— Porque no quiero que piense que soy débil, pues querrá manejarme a su antojo; ¿acaso no conoces a las mujeres, papá? ¡Catalina es mujer!— respondió — y aunque se que no me ama, puede usar lo que sabe que siento por ella para u a odiarlo dentro de poco tiempo, cuando vea todo lo que le hará.
TtttytuuoutEl padre de Steven intentaba hacer entrar en razón su hijo y continuó diciendo:
—Tú sabes de muy buena fuente que EvassUuh-dy++$hh7&€_n Bragg muere por ella, a lo mejor no hace nada, aunque según ella no corresponde al amor de él, encima de eso fue novia de Peter, así que este bebé puede ser hijo de Wilcox.
El más joven apretó los puños con desesperación y exclamó fastidiado.
— ¡Si, esa duda me carcome! Pero ella es tan hermética en cuanto a su vida privada, pero estoy seguro de que Bragg está por demandar, quiere h6utundirla en la cárcel y aquí estará su salvador, no tendrá más remedio que aceptar de que lado le conviene estar.
En ese momento salió una enfermera para decir:
— La paciente pregunta si desea presenciar el momento del parto.
Este negó con su cabeza y ella sonrió, comprendiendo la actitud del hombre.
— ¿De verdad no deseas estar?— -&---preguntó el otro hombre.
— No papá, no soy muy valiente para esas cosas, yo entraré cuando ya el niño esté vestido como Dios manda.
Fue un buen rato la espera, hasta que por fin salió alguien informando que ya podían entrar y ver a Catalina, Steven suspiró, entrando seguido del hombre más viejo quien estaba curioso por ver al nuevo m*****o de la familia. Catalina se veía pálida, él se acercó y dijo:
— Me alegra que todo haya salido bien.
Ella le mostró una media sonrisa para decir:
— Gracias por todo.
— No entiendo porque me agradeces, eres mi esposa y es mi deber— dijo él.
En eso el padre de Steven intervino diciendo:
—¡Felicidades Catalina!
—¡Gracias señor!
No entiendo porqué el trato deferente conmigo, soy el padre de tu esposo, debería de haber más confianza— se quejó Anthony Majors.
— Lo siento se… Anthony, no es tan fácil para mí — dijo ella.
En ese momento entraron con un hermoso bebé perfectamente arreglado y la enfermera dijo:
— Aquí tiene a su hijo señor, espero que pueda tomarlo en los brazos sin problemas.
Él sonrió torpemente y respondió:
— Sinceramente, es mi primera vez, coloquelo en los brazos de su madre.
La mujer movió la cabeza indignada ante la respuesta de él, puso al bebé en el regazo de Catalina y está se le inundó el rostro de ternura al tener a su pequeño por primera vez ante sus ojos, exclamó:
— ¡Qué hermoso eres bebé!
Lo acarició con suavidad y siguió diciendo:
— ¡Eres tan pequeño y frágil!
Steven solo miraba la escena sin atreverse a interrumpir el momento, aunque después afloró su brusquedad y dijo:
— Bueno, espero que no lo malcríes, será un Majors, así que voy a ocuparme de que sea igual a mí, que soy su padre.
Catalina lo miró con el ceño fruncido y dijo:
— ¡Es mi hijo Steven, no pienso permitir que me lo conviertas en una máquina de trabajo, así que ni sueñes con eso, personalmente me pienso ocupar de él, espero sepas respetar mi decisión.
Anthony Majors intervino diciendo:
— ¿No creen que es muy pronto para discutir sobre el niño? apenas esta abriendo los ojos, disfruten de este maravilloso regalo.
Así vino al mundo el hijo de Catalina y Evan, pero éste último estaba completamente ajeno a aquel suceso tan importante para ella, ahora él solo quería olvidarla, se había concentrado en la relación que ahora tenía con su nueva novia. Ésta estaba al tanto de lo que sucedía en el corazón de él y estaba dispuesta a sacar a la intrusa para que pudiera reinar solo ella.
— Amor, ¿cómo va la demanda en contra de esa mujer?— preguntó puntillosa.
Ese era su objetivo mantener la amargura activa para que la rabia que tenía le hiciera odiar a su rival, Evan suspiró apretando la mandíbula y respondió:
— Pronto empezarán a saber de eso, no te preocupes que tú serás la primera en saber de esa noticia.
—¡Me alegra mucho cariño, esa desgraciada debe pagar por eso, quiero que seas implacable con ella, mira que venir a querer robar las ideas de tu empresa, solo es una envidiosa resentida! ¡Ay, disculpa por exaltarme, pero es que te amo tanto!— dijo, acercando los labios, para que Evan los besara, él accedió a la caricia, había estado inquieto esos días, las dudas lo tenían asediado, no quería seguir en su empeño de demandar a Catalina, repasaba una y otra vez lo que escuchó de Lotty a favor de ella, pero luego recordaba que era la futura esposa de Steven y la rabia lo carcomía por dentro.
Se despidió de ella saliendo para la oficina, se encontraba revisando una y otra vez las pruebas que tenía contra la mujer que amaba, cuando escuchó que llamaban a la puerta, era su primo que venía con rostro de indignación mostrando algo que había visto en el celular.
Steven se había encargado de circular la noticia de la boda, mientras que Peter era el que se encargaba de inyectar veneno cada día en el corazón y la mente de Evan Bragg, así que esa mañana no fue la excepción, había llegado con una noticia colocada en las r************* ,dispuesto a sepultar de una vez a Catalina con sus intrigas.
— ¡Primo, tienes que ver esto!— entró diciendo — le mostró el celular y éste leyó.
Peter Wilcox aprovechó y exclamó:
— ¡Esa perra asquerosa, solo buscaba un millonario que la sacara de la pocilga donde vivía!
Evan por respuesta dijo:
— ¿Cómo llegó esto a ti?— preguntó Evan intrigado.
— La verdad ni idea, acá lo importante es, ¡Que está calificada como la boda del año!
A el otro se le ensombreció el rostro al decir:
—¡Tienes razón!¡Está misma semana empezamos con el proceso de demandar!
— ¡Perfecto! Estaré pendiente entonces— respondió éste, muy entusiasta.
Salió satisfecho de la labor que había hecho, sabía que había logrado sembrar más cizaña en el corazón de su primo, ahora nada podría parar la avalancha que se le venía a Catalina, después que se le notificara sobre la demanda que había contra ella.
Mientras ella se recuperaba del parto en casa, por un lado se sentía feliz de tener a su pequeño para darle toda la protección que se esperaba de una madre, recordó a la suya y se sintió agradecida de haber tenido un buen ejemplo en su madre, aunque la vida de su progenitora había sido muy corta, le hubiera gustado que aún estuviera allí con ella para guiarla a cuidar de su bebé.
Escucho cuando Steven llegó y se preparó para asumir el rol de mujer fuerte ante él, se había dado cuenta que de alguna manera a este hombre le gustaba que ella mostrara tener un carácter férreo y no de una pusilánime sumisa, así que había decidido ser dura con él y no dejar que la doblegara.
Este entró en la habitación y saludó de manera mecánica.
—Hola, ¿cómo estuvo tu día?
Ella levantó la cabeza para GT:
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— Aburrida de estar en casa, ya deseo volver al trabajo.
Él se le quedó mirando por un breve instante y dijo con ironía:
— Pensé que te gustaba esto de ser madre abnegada.
Ella levantó la barbilla desafiante y dijo:
— Me gusta, pero creo que puedo con los dos, así que ya hice arreglos para trabajar sin desatender a mi bebé.