A la mañana siguiente Alex notó que su hermano ya no estaba, preguntó al resto y nadie sabía dónde podía estar, había salido muy temprano en la mañana sin decir nada. Ella supuso el destino al que su hermano se había dirigido, tomó sus cosas y salió pidiéndole a los chicos que la miraban preocupados que no la siguieran, que todo iba a estar bien.
- Alex, cualquier cosa...
- Sí, te aviso Pat, tranquilo - respondió para luego darle un beso en la mejilla y salir.
Llegó más rápido de lo esperado al edificio donde Richard trabajaba, saludó en la entrada y no le costó conseguir que la dejasen pasar hasta el último piso donde estaba ese hombre que todos respetaban... Ella no, su hermano menos. Estaba cerca de la puerta de la oficina y ya podía escuchar los gritos, aunque no podía distinguir lo
