Sentimientos Aunque le costó quedarse dormido, Ethan sintió un peso agradable sobre su pecho, y unos cuantos mechones de cabellos haciéndole cosquillas en la nariz. Dio un suspiro lento, y abrió los ojos lentamente. El corazón le comenzó a palpitar de manera rápida, y descontrolada. Ahí estaba Clara, su gatita. Encima de él, sonrió y acarició suavemente sus ondas. Hasta dormida, la muy testaruda sabía a qué lugar pertenecía, sus brazos. Clara estaba prácticamente encima de él, con su cabeza acomodada en su pecho, y una mano también, sus pechos redondeados acariciando los suyos planos. Una de sus piernas enredadas en las de él, y su sexo caliente en uno de sus muslos quemándolo. Apretó los dientes. ¿Cómo hacerle entender a esa pequeña arisca gata salvaje que le pertenecía? En el fon

