Tan pronto como llegamos al campamento, Arden saltó del auto. Ni siquiera esperó a que Emm detuviera el carro por completo. Emmett abrió el maletero y todos tomamos nuestras maletas. Nos dijeron que lleváramos solo lo necesario. Apuesto a que la bolsa de Arden estaba llena de condones y nada más. La de Emmett debe tener libros y todo tipo de cosas útiles. Ya sabes, el tipo de cosas que la gente necesita pero olvidamos empacar. Apuesto a que tiene suficiente para nosotros tres. La brisa pasó y pude olerla en el aire. La testosterona.
Este lugar estaba lleno de machos “Alfa”. ¡Qué va! Músculos grandes, cerebros pequeños, cero sentido común y hambre de poder. Recordé las palabras de mi papá.
—Reika, princesa, no necesitas ese campamento. Tú ya puedes patearle el trasero a cualquier tipo. —Puso un suave beso en mi frente.— Tú y tus hermanos son únicos. —Sus ojos marrones miraron los míos con tanto amor.
—¡Tomalo! —Arden me lanzó el bolso y lo atrapé en el aire. —¡No te despistes! —Arden sonrió y yo le devolví la sonrisa. Era un idiota, pero nunca dejaba de estar pendiente de mí o de Emm. Ni por un minuto. Justo cuando creías que no estaba prestando atención, lo estaba. Siempre lo hacía. No estaba segura de si era porque estaba ansioso todo el tiempo o porque su mente siempre lo tenía saltando de un pensamiento a otro, pero él sentía que tenía que verificar todo dos veces.
Todos comenzamos a caminar hacia la entrada del campamento y reduje la velocidad a propósito, dejándolos caminar delante de mí. Arden pasó su brazo sobre Emmett y dijo algo que hizo que Emm sonriera. Los quiero mucho a esos dos. Observé con una sonrisa en mi rostro cómo mis hermanos caminaban y reían. Ganaron algo de distancia y dejé de caminar.
Después de asegurarme de que no estaban mirando, me di la vuelta y miré hacia atrás. Mis ojos viajaron por el estacionamiento, el campo abierto, los bosques cerca de nosotros, las líneas de árboles en la distancia, en todas partes. Lo sentí de nuevo. Me sentí como si estuviera siendo observada. Mis ojos no podían enfocarse en una sola cosa.
—Debe estar cerca.
—Yo también lo creo.
A mi derecha, más allá del campo y entre los árboles, vi un brillo plateado que se movía rápidamente. Concentré todos mis sentidos en esa zona y di un paso.
—¿Podría ser él?
—¡Boo! —Arden me gritó al oído y me dio un ligero empujón. Salté fuera de mi piel y grité.
—¡HIJO DE PUTA! —Mi bolso cayó al suelo y cerré el puño. Joder, iba a matarlo. Arden también dejó caer su bolso y corrió hacia el bosque en un intento de salvar su trasero. Corrí tras él mientras gritaba, como si un psicópata estuviera a punto de asesinarlo. No estaba equivocado.
—¿Qué están haciendo? Chicos, ¡vamos! ¡Arden, Reika, basta! —Escuchamos los gritos de Emmett volverse más distantes a medida que avanzábamos. Gané velocidad sobre él, y Arden corrió, saltó y cambió en el aire, aterrizando como su gigantesco lobo marrón oscuro.
—¡Maldito cobarde! ¡Atrápalo, chico!
Le di la orden a Jules y pronto estábamos corriendo detrás de ese hijo de puta a cuatro patas en cuestión de segundos. Jules era grande, pero no tanto como Huna, y su pelaje era completamente n***o. Entre los tres, Jules era el que se parecía más a King. Kahuna se parecía más a Kendra pero era todo Rey por dentro y el lobo de Emmet era todo Kendra. Escuchamos un aullido detrás de nosotros y supimos que Emm también había cambiado.
—¡Detente, joder!
Ese era Dom, diminutivo de Dominic. El lobo de Emmett. Ese lobo exigía obediencia y control, pero podía irse a la mierda. Primero tenía que patearle el trasero a Arden. Esta imagen era demasiado familiar, Arden huyendo de mí y Emmett corriendo detrás de nosotros para asegurarse de que no lo matara.
Vimos árboles borrosos con la velocidad a la que corríamos. Árbol tras árbol, árbol tras árbol, y el trasero de Kahuna acercándose a nosotros.
—¡Eres carne muerta!
Jules le dijo en el link a nuestro hermano. Él estaba tan enojado como yo.
—¡Solo si me pillas, cara de imbécil!
Kahuna respondió, y Jules gruñó.
Huna zigzagueó y cambió de dirección. Saltamos entre algunos árboles y cerramos la brecha aún más. Estábamos tan cerca. De repente lo volvimos a ver. ¡Plata! Como una luz que se movía en la distancia. Disminuimos la velocidad y nos detuvimos por completo. Lejos de nosotros, Kahuna hizo lo mismo. Él también debe haberlo sentido. Nuestros ojos buscaron en el área donde vimos ese último destello y luego notamos que Kahuna movió su enorme cuerpo marrón oscuro hacia allí. Nuestros ojos viajaron hacia él, pero él tenía la vista puesta en la distancia. Sin una advertencia, se lanzó hacia ese lugar.
—¡Kahuna, no!
Corrimos tras él, pero esta vez no era un juego. Teníamos que detenerlo.
«El jodido Arden y su jodido temperamento. ¡Va a matar a mi mate antes de que yo tenga la oportunidad de follar con él, joder!».
Yo despotrique mientras corrimos tan rápido como pudimos.
Fuimos más rápido, usando toda nuestra energía. Jules no iba a dejar que Kahuna se acercara a nuestro mate. Cerrando la brecha, chocamos con fuerza nuestro cuerpo contra el de Kahuna, y ambos perdimos el equilibrio y caímos al suelo. Nuestros lobos rodaron por la hierba y chocaron dolorosamente contra un árbol haciéndonos doler el costado como un hijo de puta. Escuchamos al lobo de Arden gemir de dolor cuando nos paramos antes de que intentara ponerse de pie, pero lo derribamos.
—¡No te atrevas, carajo!
Usamos toda nuestra voz Alfa mientras presionamos su cuerpo contra el suelo.
—¿Por qué mierda me detuviste? —Kahuna estaba furioso, luchando por salir de mi agarre. —Si tiene buenas intenciones, ¿entonces por qué se esconde? ¿Ah? ¿Por qué no ha dado la cara, ni siquiera una vez? —gritó, sacudiendo su cuerpo en un intento de quitarme de encima.
—Tal vez porque sabe que lo matarás antes de que tenga la oportunidad de hablar. —le grité mi respuesta.
—No me gusta. Es un maldito asqueroso.
Dominic finalmente nos alcanzó. Se paró a nuestro lado y me dio un ligero empujón con la nariz, diciéndome que me hiciera a un lado.
—Ya, es suficiente, Jules. —Dom dijo rápidamente y luego se quedó en silencio. Nuestros ojos se movieron de él a Kahuna y luego de regreso a Dom. Nos dejaron fuera del enlace. No nos perdimos la forma en que los ojos de Dominic comenzaron a escanear la distancia.
—¡No te atrevas, Dom!
Gruñimos. Podríamos detener a uno, pero no a ambos. Kahuna ya era lo suficientemente difícil de controlar. Era tan gigantesco como King, y el doble de gilipollas también.
—No lo haré. No confío en él, pero confío en ti. —Sus dulces ojos marrones buscaron los nuestros y sentimos que podíamos relajarnos un poco.
—¡Se está escapando! —Kahuna ladró desde el suelo.
—Que así sea. Por lo menos no se está acercando. Si eso cambia, entonces intervendremos. —Dominic expresó sin dudarlo y nos ayudó a mí ya Kahuna a pararnos.
¡Centellas!
Con lo que acaba de decir Emmett, teníamos motivos para estar preocupados. Emm y Arden no lo pensarían dos veces para joderlo si se acercara a nosotros ahora. Eso significaba que nosotros éramos quienes teníamos que ir a él.
—No me gusta la forma en que acecha a nuestro alrededor. La Diosa sabrá por cuánto tiempo te ha estado siguiendo. Esto no puede ser bueno, Reik. ¿Quieres siquiera ser apareada con un gallina que ni siquiera tiene las pelotas de enfrentarse a tu familia, a tus hermanos? ¿Que no hace más que huir y esconderse en las sombras?
Huna tenía una mezcla de rabia y preocupación en su voz oscura. Su argumento me enojó, pero entendí su punto. El único problema era que no tenía respuesta. ¿Por qué se escondía? No le respondimos.
Kahuna me estaba mirando, pero los ojos de Dom aún estaban fijos en la distancia. ¿Qué estaba planeando hacer? Seguro, estaba pensando en dos o tres pasos por delante de nosotros. Planificando. Eso fue lo que mejor hacía Dom. Nada lo tomaba por sorpresa. Después de un breve momento de incómodo silencio, decidimos distraerlos. No quería que pensaran demasiado en esto. Jules se coló al lado de Kahuna, saltó y le mordió la oreja.
—¿Mierda? Jules! ¡Tipo! ¡Déjame ir! ¡Maldita sea! —Kahuna gritó cuando hicimos todo lo posible para tirar de su oreja lo más fuerte que pudimos sin arrancarla de su cabeza.
—¡Esto te pasa por idiota! —Jules y yo queríamos reírnos al ver a Kahuna luchar tanto. A nuestro lado, Dom también se rió.
—¡Mierda! Dom, haz algo.—Huna suplicó inútilmente.
—Nah, te lo ganaste.
Dom dio media vuelta y se dirigió de regreso al campamento.
—¡El último en llegar al campamento es un pez muerto!
Gritamos, soltamos su oreja y salimos disparados hacia el campamento. Dom me escuchó y saltó también.
Estábamos acostumbrados a jugar de esa manera todo el tiempo. Cuando éramos pequeños, King nos decía que corriéramos. Si nos atrapaba, se sentaba encima de nosotros y se tiraba un pedo. Corríamos como si nuestras vidas dependieran de ello. Tuve que reírme del intento de nuestro padre de hacernos corredores rápidos desde que éramos pequeños. ¡Oye, funcionó!
Emm y yo llegamos primero al estacionamiento y Huna llegó arrastrando el trasero poco después. Todos cambiamos, y Arden y yo no teníamos ropa ya que la desgarramos con la persecución anterior. Emmett tomó su ropa del suelo pero no se vistió, solo sacó las llaves del auto de los bolsillos de sus pantalones y presionó el botón para abrir el baúl mientras caminábamos. Todos caminamos desnudos hacia el auto. Por lo general, teníamos repuestos de ropa en el automóvil, ya que sucedía a menudo. Había gente en el estacionamiento, pero no nos importaba mucho que nos miraran.
Un par de chicas pasaron junto a nosotros y descaradamente miraron de arriba a abajo a mis hermanos. Emmett continuó caminando como si nada hubiera pasado, pero Arden se giró hacia ellas para darles una mejor vista.
—¿Les gusta lo que están viendo, señoritas? —Arden levantó las manos, las puso detrás de la cabeza y estiró el torso. Juré que si empezaba a hacer un helicóptero para ellas, le patearía el trasero. Las chicas se rieron y Emm caminó hacia atrás, lo tomó del brazo y lo arrastró con nosotros.
Llegamos al carro y nos cambiamos. Tenía una camiseta sencilla y pantalones cortos. No solía usar sostén porque mis senos eran pequeños. Emmett se puso la ropa con la que vino aquí y Arden eligió una camisa hawaiana y pantalones cortos. Regresamos a la entrada del campamento y nos detuvimos junto al enorme arco de madera con un cartel en mal estado en la parte superior. El guardia de la entrada enderezó su espalda y asintió con respeto tan pronto como nos vio. No tuvimos que hablar para que él supiera hacia dónde nos dirigíamos.
—El registro está a su derecha, jovenes Einar, —dijo en un intento de ser cortés y me encogí de hombros. No me gustaba que me trataran diferente. Ninguno de nosotros lo hizo. Ni siquiera a nuestros padres les gustó. Evitamos deliberadamente este tipo de interacciones. Principalmente porque no estábamos acostumbrados ya que papá odiaba las multitudes y la gente que se acercaba demasiado a él.
Después de seguir sus instrucciones y llegar al edificio más cercano, Emm abrió la puerta para que Arden y yo entráramos. Tan pronto como entré, tuve que maldecir mi suerte. Una pequeña morena con ojos azules estaba detrás del mostrador.
¡Joder!
Sabía que me la había comido, pero no podía recordar su nombre. Me encogí una vez más.
—¡Hola! ¿Cómo estás Reika, cuánto tiempo sin verte? —dijo en un tono agudo, mordiéndose los gruesos labios. Sí, una cosa era segura, esos se sintieron divinos. Por alguna razón, no me emocioné con el recuerdo de ese sentimiento como solía hacerlo.
El sonido de la puerta cerrándose detrás de Emm la sobresaltó un poco y todos nos paramos frente a ella. Sus ojos viajaron de los míos a los de Arden y se sonrojó antes de tomar algunos papeles y comenzar a hablar.
Era linda, pero yo ahora tenía un maldito mate, y lo sabía. De ahora en adelante, no sería capaz de desear a nadie más que a él. Solo pensar en su figura alta y oscura me provocaba escalofríos en la piel. Quería enredar mis manos en su cabello largo, gritar su nombre a todo pulmón mientras convulsionaba debajo de él.
«Su nombre… Ni tan siquiera sabía su nombre.».
—Reika, toma el maldito folleto. —Arden empujó los papeles en mis manos.— Trata de no espaciarte como una mierda. ¿No? —Arden me dijo en el link con una sonrisa y yo fruncí el ceño. Interrumpió mi fantasía.
—¡Jodete!
—Apuesto a que ella lo hará, una vez más…. —Arden le hizo una seña a la alegre chica detrás del mostrador. ¿Una vez más, dijo? ¡Mierda!
—Aquí está una lista de reglas que se espera que todos sigan. Entre las más importantes están, no salir de las instalaciones sin autorización, no crear peleas, a menos que sean un desafío directo en el campo de entrenamiento, no vender productos de ningún tipo, todas las entregas de alimentos y bebidas, serán inspeccionadas por esta oficina antes de llegar a sus cabañas y… oh, sí, no se permiten bebidas alcohólicas, bajo ninguna circunstancia. —dijo mientras nos entregaba otro juego de papeles.
—Estos son mapas de las instalaciones del campamento. Allí verán todos los edificios comunales y áreas para comer. Todos los dormitorios están al oeste y los principales campos de entrenamiento están al este. Sigan el mapa y no se perderán. Su número de camarote es el setenta y seis, y ya está marcado en ese mapa. La forma más fácil de llegar es tomar el camino de tierra principal y luego regresar, girar a la derecha en el gimnasio y estarán a solo unas pocas cabañas de allí. Si tienen alguna pregunta, siempre estaremos aquí para ayudarles. —nos informó y luego miró a Arden. No me perdí la sonrisa burlona de mi hermano.
—Entonces… Aquí están sus llaves, no las pierdan o tendrán que pagar por ellas, —bromeó torpemente— Pero eso no es un problema para ustedes, ¿verdad? —Miró hacia abajo y arregló algunos papeles.
—De cualquier manera, las cosas se pierden fácilmente aquí. —Terminó por decir, enroscando un dedo en su largo cabello.
Arden se inclinó hacia adelante en el mostrador, acercándose a ella. —Algunas cosas pequeñas se perdieron hace mucho tiempo. Ya están bien estiradas, ¿no es así? —La chica se sonrojó y yo le di una palmada en el brazo.
«Qué jodido idiota».
Arden solo sonrió y salió del edificio, arrastrando suficiente arrogancia como para un puto ejército. Mis ojos se movieron para encontrar los de Emm. Pude ver en ellos que estaba avergonzado de él. De nosotros.
—Gracias, eres muy amable, —Emm respondió cortésmente como siempre. Él se despidió, afirmando con la cabeza y se fue. Antes de que yo lo siguiera, le dí una última mirada a la chica.
—Reik, yo ... Uhm ... Mi cabaña es la número trece. En caso de que quieras venir más tarde. —Me sentí mal, ella era dulce. Al menos eso es lo que parecía. Nunca podría saber con certeza.
—Tendré que pasar, pero gracias, aunque. —Me di la vuelta y me fui rápido. Una vez afuera, encontré a Emmett y Arden parados uno al lado del otro. Arden había puesto su bolso en el suelo, porque sostenerlo por unos segundos más lo habría matado. Arden todavía tenía una sonrisa en su rostro, pero Emm estaba serio.
—OK, ¿quién se la folló? —Emmett cuestionó y Arden y yo levantamos nuestras manos al unísono.
—No puedo ni tan siquiera... —Emm se quejó y se alejó de nosotros, comenzando a caminar hacia nuestra cabaña.
—¡Oye, pero no al mismo tiempo! —Arden recogió su bolsa del suelo y corrió detrás de él.
Si se tratara de cualquier otro momento, habría ido por ella, de nuevo. Todo en lo que podía pensar era en ir en búsqueda de mi hombre.
«Oh, me encanta como suena eso».
—A mi también.
—Tan pronto como el perro cachondo y el guardián no estén mirando, haremos nuestro movimiento.
—¿Qué movimiento, mujer? No sabemos dónde está, ni cómo encontrarlo.
—Apuesto todo a que está cerca.
*•*OJO!*•*
EL LIBRO ESTA DE GRATIS PERO NO POR AQUI.
MUESTRA - Aquí solo habrán 4 capítulos a partir de Junio 3, 2022. Todas las actualizaciones de Reika estarán solamente en I n k i t t . c o m Sí, el app es gratis de descargar y leer siempre será gratis. El app esta en ingles pero mis libros estan en ambos idiomas. Para encontrarme busquen mi nombre. h t t p s : // w w w .inkitt. c o m /Eliyang
N/A: Este libro está completo y publicado en mi página de p*****n: https://www.patreon.com/Eliyang
Conviértase en un patrocinador y desbloquee contenido exclusivo, obtenga acceso a todos mis escritos y esté entre los primeros en leer mi trabajo en curso mientras lo escribo. Su apoyo será muy apreciado.
**NO SE SUSCRIBAN A FINALES DE MES**
Este libro se actualizará todos los lunes a las 10:00 a. m. ET hasta el 26 de septiembre por Inkitt.
¡Gracias por leer Reika! d-(^ ‿ ^ )z