FIESTA.

2936 Palabras
------ANDREA------- —Wow es mi canción, amo esa canción —le digo a Casy emocionada mientras bailamos entre la gente. —¡Pues vamos a bailarla! —me jala para que subamos a la mesa. —¡No puede ser! amo esta cosa —exclamo alzando la botella de cerveza en mi mano. En este estado parece que amo todo, literalmente todo. Todas las personas de la fiesta se acercan a vernos bailar, ya habíamos hecho esto antes, hace un año y unos cuantos meses. Muevo mis caderas junto con Casy de lado a lado, paso las manos por mi cabello y ella las suyas por su cuerpo. Si hay algo de lo que estoy orgullosa, es que soy buena bailando. —¿Quién quiere bailar con nosotras? —le pregunto a todos bromeando mientras Casy se retira lentamente el saco, la gente grita divertida y no les hago caso, mi prioridad es bailar y olvidar. —Ven, vamos —le susurro a Casy en el oído, la jalo para que se baje antes de que se quede en ropa interior sobre una mesa y con muchas personas borrachas viéndola. Aún si estaba drogada mi conciencia no se iba por completo. ¿Crees eso? «Eres la prueba» Subo al segundo piso de la casa con Casy y besamos a unos gemelos que hablaban entre ellos, cuando quisieron tener sexo sobre una pared los dejamos. Aún teníamos conciencia, al menos yo, Casy estaba al menos dos veces más mareada que yo y teníamos que buscar a Neithan o a alguien, mi cabeza me dolía y mi labial estaba corrido gracias a los otros chicos que bese hoy, fueron alrededor de 6 o 9, realmente no lo sé. —Oye tú —señalo a un chico que pasaba por el pasillo—, ¿Conoces a Neithan?, ¿Dónde está? —arrastro un poco las palabras. —Si lo he visto, sígueme —la manera en la que nos mira hace que desconfíe, pero ya que, es eso o seguir buscando en la nada, ¿Por qué esta casa es tan grande? la mía no se compara. De repente ya estaba en una cama y Casy estaba a mi lado, solo estábamos acostadas viendo el techo y el chico que se suponía nos llevaría donde Neithan salió de la habitación, ¿Traerá a Neithan aquí? Eso es mucho mejor, que buen muchacho. Escucho la perilla girar y alzo la cabeza para ver la puerta abrirse, entran dos chicos que jamás había visto, no... Espera... ¡Los he visto!, son los gemelos... Bien, quizás solo sea uno y yo veo a dos por la droga. Les sonrío desde la cama y miro a Casy esperando que diga algo pero ella está dormida, los gemelos se suben en nosotras y nos besan, sacan la ropa que nos quedaba hasta dejarnos en ropa interior, intento detenerlo pero debido a mi estado parece más que lo estoy acariciando, Casy sigue dormida y yo no puedo pedir ayuda, las palabras no salen de mi boca pues el gemelo sobre mí la está tapando con su mano. Cuando me resigno dejo de luchar, mis extremidades se sienten pesadas, escucho mi corazón latir con rapidez mientras mi mente se ocupa en mis escasos recuerdos felices. ¿A esto de no poder moverse se le dice estar en shock?, ¿Por qué lo tengo en el peor momento? —¡ALEJENSE DE ELLAS! —brama una voz que no había escuchado antes, muevo la cabeza hacia un lado notando al pelinegro con James a su lado que me miran desde la puerta, por poco la puerta salía volando. Y después de eso hubo mucha sangre, James y el pelinegro al que llames llamó "Dorian", casi mataron a golpes a los gemelos. A nadie pareció importarle. Con mucho esfuerzo me siento en la cama y le pego una cachetada a Casy, pero ni eso la despierta, me río porque Casy tenía cara de borrego dormido. —Son unas estúpidas —James me mira y me siento intimidada por unos segundos, no ayudaba que estuviera casi desnuda. De lo que también estaba orgullosa era de mi cuerpo, hacia ejercicio y comía bien... Dándome gustos de vez en cuando, por tal, no me veía nada mal en traje de baño o ropa interior. —Lo sé —Dorian se quita la sudadera para ponérsela a Casy y llevarla en sus brazos hacia el auto. James se acerca a mí y me pone su chaqueta por encima de los hombros dejando una oleada de calor sobre mí, luego me carga de forma nupcial. No dejo de detallar su bello rostro y suave piel, lo sé porque pincho su mejilla varias veces llevándome una mala mirada por su parte. Cuando entramos al auto siento el frio del cuero que forra los asientos bajo mi piel, acomodo a Casy junto a mí dejando su cabeza en mi hombro, James y Dorian entran de nuevo a la fiesta y salen con los chicos que faltaban, Neithan, Alex y Hyung, el rostro de todos los nombrados me daba miedo, estaban más que furiosos. Muevo a Casy sentándola encima mío para hacer espacio para los demás, solo Neithan entra atrás con nosotras, Hyung va a la parte de adelante y conduce Dorian. En el camino nadie habla, acomodo mi cabeza sobre el hombro de Neithan, todos parecían metidos en sus pensamientos. Luego de unos segundos el auto se estaciono en mi casa, la casa que compartía con mi "mamá" y el miedo me recorría, otra vez, como cada maldita vez que entraba a esta casa, pero ahora no solo era miedo, el odio también apareció. —Esperen en el auto —nos ordena Neithan saliendo para entrar a la casa. Después de unos minutos regresa dejando la puerta de la casa abierta, desde el pórtico hace señas para que vayamos, Hyung y Alex que apareció de la nada nos llevan hacia la puerta, Dorian y James se suben en los autos para llevarlos a la cochera. No había notado que tenían un lexus plomo aparte del lambo n***o. No había nadie, me sentí aliviada, mi "mamá" no estaba en la casa y realmente no me importaba donde estuviera. ------Flashback--------- —Qué mala suerte que destruyan tu Instituto, ahora tendrás que estar aquí hasta conseguir otro —no oculta su cara de fastidio. —Perdón —digo casi sin voz desde la puerta. —No importa, consigue uno antes de que comience el nuevo año porque no vas a estar aquí toda tu vida sin hacer nada. —La casa está limpia por mí. Sé que mi madre me odia por arruinar su vida, cuando nosotros no nacíamos aún ella estudiaba leyes y cuando nacimos tuvo que dejarlo para cuidarnos, nuestro padre se iba seguido por el trabajo, era como no tener un padre. Mi madre me ignora y camina a su cuarto. -------Fin flashback------- —Odio está casa —arguyo mirando a Neithan cuando entro, cierra la puerta detrás de mí. —Es lo que tenemos —me dice subiendo las escaleras al segundo piso—. Hoy todos dormiremos en la sala —avisa fríamente desde el segundo piso, abre puertas en la parte de arriba y las cierra con fuerza. A los minutos baja con almohadas, cobijas, dos buzos y películas en sus manos, Alex lo ayuda y todos vamos a la sala, a Casy la lleva Hyung, la recuesta en un sillón y pone una cobija sobre ella, también un buzo a sus pies, luego me da un buzo y una cobija a mí, después de ponérmelo me siento en el sillón más grande ubicado frente a la televisión, dejo la chaqueta de James en la bracera a mi lado y Neithan la coge para entregársela, todos se ubican en los sillones, es Alex el que prende la televisión y pone una película. Neithan se sienta a mi lado, a su lado está Alex y junto a él Hyung. Me comporté como una estúpida, se supone que pasaría desapercibida, pero en vez de eso mañana estaré en la boca de todos y no porque me comporte como una santa precisamente. Esta noche había sido un completo desastre. La película acaba y me duermo junto a Casy que se quedó con un sillón para ella sola «Nuestro sillón». Miro a mi alrededor aún somnolienta, parece que soy la única despierta. No sé la hora pero hay un poco de luz natural. —¿Qué es eso? —me digo a mi misma caminando y subiendo las escaleras después de oír un sonido en el baño, abro la bañera buscando no sé qué, mi cuerpo se siente un poco pesado pues la encendí con la ropa puesta, me estaba empapando. Al parecer aún estoy drogada y es una mierda. —¿Acaso mi vida puede ser peor? —me pregunto mirando al techo, buscaba al Dios que la mayoría sigue, no podía ser tan cruel conmigo. Me quito el buzo quedando en mi ropa interior favorita, salgo y me miro en el espejo, me quito el poco maquillaje que queda en mi rostro, lavo mi cara y me hago una cola en el cabello. —Gracias —agradezco mirando al techo, todos siguen dormidos supongo, si corro a mi cuarto que está a solo dos puertas, nadie me verá en ropa interior. Camino a la puerta tomando la perilla para abrirla pero una extraña fuerza desde el otro lado la abre antes... James. ------CASY------- Supongo que gracias a ellos es que no me pasó nada anoche. Carraspeo un poco y toso falsamente para llamar su atención. —Chicos... Gracias, no sé qué hubiera pasado si ustedes no... —trago en seco. —Hey —me interrumpe Neithan acercándose para sentarse y abrazarme, me da un beso en la frente con el que le sonrío. No quería verlo por miedo a recordar a mi hermana y no la recuerdo, solo veo a Netihan. Ya no me la recuerda. —Sinceramente no fue un gusto conocerte de esa forma —dice uno de los chicos que había visto con Neithan anoche. Ojos plomos con rasgos celestes, tez tan blanca como la nieve, cabello n***o y despeinado hacia un lado, labios carnosos, desprendía un aura muy... Extraña, no podría describir su mirada ahora mismo, me sorprendió lo que dijo porque me sonó algo grosero pero también sonó a verdad, seguramente a mí no me hubiera gustado conocerme de esa forma. Lo miro un poco enojada, puede que me haya salvado, pero no le queda el aire de héroe. —Perdona si no me di a entender, lo que quiero decir es —se aclara la garganta caminando hasta mí, se acuclilla a mi altura, lo miro confusa—, Dorian West, es un placer conocerte —extiende su mano hacia mí, sonrío al darle mi mano y él la besa mientras me mira directo a los ojos, lo que me pone nerviosa. Pero solo dura unos escasos segundos porque Neithan lo empuja hacia atrás haciendo que se caiga y por consecuencia me suelte. —No le coquetees Dorian —lo reprende divertido—, ¿Y desde cuando eres tan caballero? —le cuestiona y todos en la sala nos reímos ligeramente, Dorian solo niega poniéndose de pie divertido. Miro detenidamente a los chicos, ya conocía a Alex, Hyung y Neithan, las nuevas caras me llamaban mucho la atención en especial Dorian, pero James era un completo misterio. Sé su nombre porque recuerdo un poco la fiesta de ayer, Andrea me dijo que él la había insultado. —¿Alguien vio a mi hermana? —pregunta Neithan de repente, todos niegan, incluso yo—, venga, ayúdenme a encontrarla —todos se van a buscarla, yo me pongo el buzo escondida bajo la cobija para que no me vean. «Ya te vieron anoche» -----ANDREA------ Los dos nos quedamos estáticos, mirándonos a los ojos. Sus hermosos ojos plomos... Por un momento me sentí extraña, me puse nerviosa y solo por un segundo, me pareció sentir ganas de bes... Pero bajó su vista a mis pechos dejando escapar una pequeña sonrisa ladeada «Maldito pervertido». —Yo... i-iba... A mi cuarto —logro decir señalando la puerta. Intento disimular mi nerviosismo, que nadie me culpe si no soy buena, es un poco difícil en esta situación. —James, ¿Encontraste a Andrea? —escucha la voz de Hyung preguntarle desde el pasillo a pocos pasos del baño. «¡Mierda!» Miro al techo, Dios cuando te pregunté si mi vida podía ser peor era una pregunta retórica, no un reto. Muerdo mi labio inferior en busca de un plan pero casi al instante siento unos brazos a mi alrededor, James estaba abrazándome, ocultándome tras su cuerpo, su olor me embriagaba, olía tan bien... El nerviosismo se hace presente y solo aumenta a cada segundo. —Aquí estas —nota Hyung en la puerta—, ¿Quién es ella? —No —exclama James para que Hyung no se acerque—, solo dame unos minutos, es una amiga, ya sabes. —Bien... Entonces te veo en un par de minutos —dice juguetonamente cerrando la puerta y dejándome a solas con James. Ninguno se mueve, escucho su corazón latir, el calor de su cuerpo es agradable, seguimos abrazados por razones que desconozco. —Gracias —le susurro al fin y me suelta. —Perdón por eso. —No importa —me acerco a la puerta. Necesito salir de aquí y tener aire fresco porque me está dando un paro cardiaco «¿Por qué se disculpa?». —Escucha, cuando nos conocimos, no estaba en un buen momento, no fue mi intención decir lo que dije —se mantiene de espaldas y mete las manos en los bolsillos de su pantalón de deporte. Ah eso. —Está bien, también debo disculparme, hice algo estúpido, no suelo abrazar a desconocidos —le aseguro con la mano en la perilla, iba a abrir, pero su voz no dejó que lo hiciera. —Ponte esto —ambos nos volteamos al mismo tiempo, se quita la camiseta para dármela, lo que deja su torso esculpido al descubierto. ¡Diablos!, que buen cuerpo, es que... ¿De dónde vienen los que se ven como él? ¡No! no soy una pervertida. Alzo la mirada a su rostro y esboza una pequeña sonrisa. —Ya estamos a mano —se ríe—, ¿Quieres tocarme? te lo debo, por abrazarte sin tu permiso —asiento sin pensar en nada más, es difícil con esta vista, además si insiste no veo el problema. Acerco mi mano a su torso, su mano atrapa la mía y la pone en su abdomen con toda la confianza, yo lo recorro sin vergüenza, estoy absorta y estas oportunidades son de una vez en la vida. Se tensa con mi tacto, lo miro a los ojos y mi mano termina en su nuca mientras acorto el espacio dejando mi otra mano en su abdomen, así es durante algunos segundos, miro sus labios, sus ojos destellantes... Y él hace lo mismo. —Debes irte —me recuerda bajando su mirada a mi cuerpo desnudo. Lo olvidé por un momento pero al parecer él no, supongo que era lo único en lo que pensó todo el tiempo. Él y yo somos unos idiotas. —Sí —le quito la camiseta para ponérmela sin voltear a verlo. Abro la puerta y salgo corriendo a mi cuarto como si zombies me persiguieran. ¿Qué fue eso?, ¿Qué es lo que te pasa Andrea? Pero wow sus ojos, su cuerpo, su sonrisa, sus labios... Me tiro en mi cama y susurro su nombre haciendo que mi corazón se acelere «Oh Diablos, ¿Qué estoy haciendo?, ¿Cuándo regrese al jardín de infantes?». —Andrea, ¿Estás aquí? —Casy me habla desde el otro lado de la puerta y eso hace que pegue un pequeño saltito. —¡Entra! —le grito. Entra en un buzo plomo que le queda muy bien, le sonrío y me ve detenidamente antes de llevarse ambas manos a la boca, se sienta con las piernas cruzadas en la mitad de mi cama explayando los ojos. —He visto esa camiseta antes, en James —me acusa agregándole un tono sensual al nombre. —Lo sé —muerdo mi labio inferior y abre la boca sorprendida—, pero no es lo que piensas —añado rápidamente. Que mal pensada es, seguro hay cien cosas asquerosas pasando por su mente ahora mismo. —¿Qué pasó?, ¿Dónde lo hicieron?, ¿Cómo fue? Te buscamos y no apareciste por ningún lado —me bombardea con preguntas. —¿Qué? No, nada paso —sonrío. —Sí claro, tu solo encontraste su camiseta y como olía a sensualidad personificada te la pusiste —nos reímos. —Te contaré —suspiro. Empiezo el relato sin perder los detalles, la emoción en su rostro me emociona a mi también, porque noto que no finge, su sonrisa es verdadera, todo lo que hizo desde que entró en mi cuarto fue genuino, algo que no veo muy seguido desde la muerte de sus padres. —Ten, ponte esto —le lanzo algo de mi ropa, asiente y ambas nos ponemos ropa normal. Cuando bajamos las escaleras vemos a los chicos comiendo, noto la mirada de James sobre mi pero lo ignoro, digamos que me puse solo un poco nerviosa, de nuevo. Nos acercamos a la mesa para comer con ellos.
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