Capítulo 1

1200 Palabras
1.000 años después —¿Me llamó, padre?—Pregunté haciendo una reverencia a mi padre. Quién era el líder del clan de las serpientes. —Si querida, tengo grandes noticias para ti —Dijo sonriendo, me sentí feliz. Amo ver a papá sonreír, algo que no pasa desde la muerte de mamá. —¿Qué noticias? —Pregunté curiosamente sin levantar la cabeza del suelo. —Saliste sorteada para pelear en el festival del clan celestial, vas a representar a nuestro clan —Terminó de decir con un fuerte orgullo. —Eso es increíble padre, pero... ¿Cómo es posible? —Estaba confundida, solo a los mejores guerreros les permitían participar en ese festival. Por más de mil años nunca fui escogida. —Mejoraste mucho y tu maestro te recomendó —Terminó de decir feliz y yo olvidándome de la reglas corrí a abrazarlo. El también olvido las reglas y me abrazo igual. —Entonces voy a prepararme para partir mañana, tengo que llegar temprano o se olvidarán de mi —Tras decir eso, heche a correr a mi habitación y papá se rio atrás de mi. Llegué a mi habitación y tiré mis cosas sobre la cama, me deshice de mi vestido y me dispuse a cambiarme. Jisoo salió de debajo de la tela cuando acabé de vestirme, serpiente o no siempre es respetuoso. —Escuchaste eso Jisoo, hoy a participar del festival. Estoy cada vez más cerca de volverme una Deidad —El siseo algo sacando la lengua y yo le sonreí mientras lo agarraba y lo abrazaba. Se había vuelto una fiel serpiente cariñosa. Dormir fue imposible, mi energía estaba por los cielos. Creí que en lugar de dormir, era mejor utilizar mi noche para practicar mi espada y algunos hechizos importantes para el festival. Pase toda la noche practicando, Jisoo solo dormía tranquilamente en mi cama. Pero yo aún no estaba cansada, por el contrario. Necesitaba practicar mucho más aún para llegar al nivel requerido, era necesario, una ley. Toda la noche se fue en entrenamiento, quedaban dos horas para irme pero no me anime a dormir un poco. Sabía que si dormía, me despertaría con más cansancio del que tengo ahora, era mejor quedarme así y esperar a dormir cuando llegue al palacio. Baje al primer piso, mi padre estaba comiendo junto a mis cuatro hermanos mayores. Yo no tenía hermanas, era la pequeña hija de una gran familia de hombres. Mamá había muerto, así que solo éramos; mis hermanos, papá y yo. Desayune con mi familia y me despedí de ellos. Papá viajaría en la tarde, que es la presentación de los equipos y mañana arranca el festival. Mis hermanos irían en la mañana y yo voy antes porque represento al clan. Es tan difícil ser la única princesa de la familia y es tan frustrante la vez. No se porque tengo que tener tantos hermanos mayores. Terminé de comer y me fui antes de que ellos pudieran reprenderme o decirme algo. Jisoo estaba enroscado en mi brazo por debajo de mi vestido, el solía tener bastante miedo cuando yo volaba, no soy la mejor y suelo agarrar mucha turbulencia. Llegar de por si fue complicado, perdí mi placa de inscripción y estuve casi dos horas buscándola. Casi llego tarde y casi me dejan afuera, fue aterrador. Pero al final, la encontré. Volví a la entrada del palacio, estaba lista para entrar. Tenía mi placa, mi espada, mi ropa ligera y mi presencia totalmente majestuosa. ¿Qué más podía necesitar? —Identificación —Dijo uno de los guardias celestiales con una mirada autoritaria —Soy Miyan, la Princesa del clan Serpiente —Hablé sería y recta como una tabla, mientras mostraba mi placa de inscripción. Necesitaba mostrarme con majestuosidad y altura, al ser una Princesa, estoy sometida a diversos actos de etiqueta entre otros. Eso es lo que soy, no solo tengo que hablar sino mostrarme con mi porte real, o sino no me dejarán entrar aunque tenga la placa. —Adelante alteza —Dijeron al unísono mientras habrían la barrera de espadas que habían formado. Entre lentamente observando el paisaje, hermoso. Las flores plateadas relucían en todo el palacio y su majestuosidad era monstruosa. Estaba claro que la Emperatriz tenía muy buen gusto. —Bienvenida Princesa serpiente —Habló un hombre, su mirada reflejaba comprensión y no era mucho más grande que yo. —Soy Garden, la mano derecha del Emperador. Es muy bueno que estés acá —Me sonrió cálidamente y me tendió la mano, la estreche amistosamente. —Soy Miyan —El asintió, claro que me conocía aunque yo no a él. —Ya llegaron varios de los competidores, solo falta uno. Cuando el Príncipe del clan zorro llegué, los llevaré a su habitación —Hablaba muy tranquilo, su voz era de terciopelo. Aunque lo último llamó mi atención. —¿Dijo habitación? —Pregunté sin entender, se supone que tenemos que tener habitaciones diferentes. —Si, todos los competidores compartirán un cuarto conjunto —Carraspeó— No es por la falta de espacio, es protocolo, ya sabes... reafirmar la alianza entre clanes es tan importante como el festival —Entendí a lo que se refería, esto no es competividad solamente. Esto es también para reafirmar la alianza entre clanes. Asentí con la cabeza, no quería seguir hablando. La situación me estaba dando dolor de cabeza y mi falta de sueño no ayudaba para nada. De golpe alguien me pecho y caí hacia adelante. El idiota solo me miraba sonriendo y no fue capaz de darme su ayuda para levantarme, que poco caballero. —Ten mas cuidado al caminar, idiota sin modales —Solté sin más, él me observó indignado. —No seas grosera —Dijo molestó, el me tira al suelo y es el que se molesta —No dije nada que sea mentira, si tuvieras modales me habrías ayudado a levantarme. Imbecil —Lo último lo dije para mi misma, él sonrió de lado. —Estas molesta porque no te ayude, tranquila, puedes tocar mi mano cuando quieras —Acerco su mano a mi y yo la golpeé. —No sea indecente —Lo miré de arriba a abajo mientras caminaba hacia atrás, él se encogió de hombros. —La gatita tiene garras —Odie su comentario, siempre odio ese comentario. —No soy un gato, soy una serpiente y deje de molestarme —El sonrió más grande con mi contestación y comenzó a burlarse de mi. Mi paciencia ya había llegado al límite, invoqué mi espada y me lancé hacia él. El también sacó su espada y comenzamos una pelea de espadas, él estaba jugando pero yo quería matarlo. De repente nuestras espadas fueron interceptadas, volaron hacia nosotros y desaparecieron. Miramos a un lado, el Emperador estaba ahí viéndonos de forma reprobatoria. —Competidores, si quieren pelear, les suplico que esperen a estar en la arena de tobus —Ambos hicimos una reverencia y nos separamos entre los otros competidores. Compartiríamos habitación, pero es una gran habitación. Esperaba no tener que volver a verlo hasta la mañana, cuando nos toque pelear, lo mataré. Juro que lo mataré. Ese idiota, se va a arrepentir de haberme llamado; "gatita"
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