Capítulo 6.
Posesivo.
POV Sofía.
Después de almorzar con Rodolfo, me llevo a una imprenta donde están imprimiendo los folletos de nuestra campaña. Pasamos el día juntos planeando todo para el próximo evento. De regreso a la suite de mi hotel, cierro la puerta con seguro y me empiezo a quitar los tacones y la ropa para tomar una ducha, cuando su voz me paraliza por completo.
—¿Pasaste el día entero con él? —¿Se te olvidó que aún estaba esperando aquí? —me dice cruzando de brazos.
—¿Daniel, qué haces aún aquí? —Pensé que te habías ido —le digo riendo de verlo celoso.
—Te hice una pregunta: ¿Por qué te quedaste con él todo el día?
—¿Estás celoso, Daniel? Te recuerdo que tú y yo solo tenemos sexo casual y que tú tienes una novia a la que le puedes hacer estos shows.
—¿Solo sexo casual? Sofía, ¿estás segura de lo que estás diciendo?
—Sí, claro que estoy segura, yo puedo estar con quien yo quiera y tú con quien quieras; igual tú no eres mi dueño y si quieres aparecer como anoche y tener sexo, pues bien, tenemos sexo, pero no tienes ningún derecho a decirme qué hacer y qué no, que te quede claro.
—Ok, si eso quieres, tus deseos son órdenes, pero no permitiré que estés con otro hombre y manches lo que es mío.
—Yo no soy de tu propiedad, Daniel, yo puedo estar con quien yo quiera y sentir lo que yo quiera.
—¿Estás segura? —me dice levantándose del sofá. Se acerca a mí en pasos cortos, mientras acaricia mi cabello, toma de mi rostro para que lo vea a los ojos—. ¿Estás segura, Sofia? ¿No te pones celosa si otra mujer me toca? Mírame y dime que no te mueres de celos que otra me espere en mi cama.
Solo puedo sentir molestia, tanta rabia de pensar o imaginar que otra mujer pueda tenerlo, pero aun así no deja de aparecer en mi mente el hecho de que ya tiene una mujer y esa mujer estará con él en los lugares que yo no lo haré.
—No, Daniel, no te permito que otra te toque, pero eso no cambia el hecho de que tienes una novia.
—Ven y sé mía, Sofía, quítame los celos que me están quemando por dentro cuando te veo con ese hombre que no merece tu presencia. Demuéstrame que solo tus besos y caricias serán para mí y de nadie más. —Me toma de mis labios introduciendo su lengua, que me recorre.
Me carga para subirme a la mesa del bar mientras besa mi cuello, toma de mis pechos para darme pequeños masajes, introduciéndolo en su boca, pasando sus dedos recorriendo mi muslo para llegar a mi sexo, masajeando suavemente para excitarme. Empiezo a gemir mientras baja poco a poco hasta mi sexo dándome placer con su lengua. Nota que me excito con sus toques; se levanta cargando de mí hasta la cama.
—Cada vez que salgas con otro hombre que no sea yo, te castigaré en el lugar donde te encuentres y esta noche te has portado mal, así que te daré tu merecido.
Yo me impresionó sin ninguna idea de lo que piensa hacerme, toma de mí me lanza sobre la cama a lo que yo me sorprendo, lo miro recorrer la habitación hasta el baño, saca una caja de color morado y la coloca en la cama, de ella saca un antifaz y me lo coloca dejándome totalmente ciega a sus acciones, luego siento como toma de mis manos esposándome a la cama, empiezo a sentirme nerviosa, toma de mis piernas mientras siento que abre de ellas una a la vez, siento como sujeta de ellas contra la cama dejándome totalmente expuesta a él, sin poder moverme, va subiendo con sus besos hasta llegar a mi sexo cuando siento que introduce una especie de metal en mi v****a, para luego sentir una vibración que hace que presione mis piernas, con un movimiento involuntario que me hace temblar.
Lo que sentí después fue una mezcla de dolor y placer, siento el vibrador dentro de mí mientras él se introduce por mi cavidad anal haciéndome sentir una explosión de sensaciones, se mueve con tanta rapidez que hace que pierda el control mientras siento que la sensación del vibrador aumenta haciéndome gritar de placer, haciendo que mi orgasmo sea tan placentero, me saca el vibrador seguido me suelta y me quitan el Antifaz mientras lo observó sus ojos transmiten deseo y lujuria, mientras me miraba para ponerse el preservativo e introducirse por completo en mi feminidad, para luego hacerme gemir mientras me besa, toma de mi cuello con un toque fuerte y a la vez delicado, me sostiene mientras sus invertidas son rápidas y fuerte, noto con los dos caemos en un éxtasis de placer mientras tenemos un orgasmo juntos él se prepara y me voltea mientras me sigue penetrando con tanta fuerza toma de mis caderas para introducirse más profundo mientras siento como me toca tan delicado y a la vez siento que un animal se apoderan de él y quiere comerme mientras me da fuertes nalgadas que me hacen sentir placer con cada toque suyo, acelera sus movimientos para luego dejar escapar un suspiro de deseo mientras su orgasmo y el mío se vuelven hacer presente, terminamos de hacer el amor nos recostamos agotados por unos minutos mientras tomamos aliento él me toma para luego acariciar mis mejillas y mirarme a los ojos, Esos ojos que hacen que pierda el control cuando estoy con él, un deseo que no puedo explicar recorre mi cuerpo mientras él toma de mí, cada toque suyo hace que pierda los sentidos, me besa y acaricia de mí para hacerme dormir.
Entre sueño, me levanto por una llamada de Rodolfo, salgo de la habitación sin hacer ningún ruido, dejando a Daniel dormido y deseo que siga así; camino hasta el balcón donde contesto la llamada.
S: ¿Bueno?
R: ¿Te desperté?
S: No, ¿Necesitas algo?
R: Solo quería avisarte que todo estará listo por la mañana, ¿paso por ti para ir a la oficina?
S: no, no es necesario, llegaré por mi cuenta.
R: Entiendo, entonces nos vemos mañana.
S: Sí, nos vemos mañana. Feliz noche.
R: Descansa Sofía.
Una ligera sonrisa se dibuja en mi rostro, ni siquiera logro darme cuenta de ello, este juego entre ser y no ser es una locura, si solo Rodolfo supiera que Daniel está conmigo ahora, no imagino su reacción, perdería la cabeza sin duda alguna.