Vivian. . .
Sus dulces labios se posan sobre los míos y yo realmente me siento sorprendida. Pensé que no me besaría nuevamente, al menos no después de todo lo que le he dicho hoy. Quiero resistirme, pero no puedo. Un ardiente calor ha comenzado a viajar a través de mis venas, despertando extraños sentimientos en mí.
Es cierto lo que le he dicho. Deseo que se vaya y no vuelva más, que no haga las cosas más difíciles, no deseo lastimarlo, pero Andrew, lo ha complicado todo al besarme y al pedirme una despedida que no sé si podré negarle, quizás muchas personas no logren comprenderme. Tengo el corazón dividido entre dos hombres. Si, extraño, lo sé. Se supone que este tipo de cosas le suceden a los hombre, no a las mujer, o al menos eso es lo que piensa la sociedad. Pero lo cierto es que au
