Capítulo 4
1072 Palabras
Capítulo 4
— ¿Enserio lo harás? —YoonGi no estaba seguro—Acabas de llegar a Seúl, ¿No pudiste esperar un poco para meterte en problemas?
— No estoy en problemas, estoy haciendo lo que realmente debo hacer, ¿Lo olvidas? —se sirvió algo de agua. Aprovechaba de hablar con calma por su celular ya que la mayoría de las chicas de la residencia estaban fuera de casa por diferentes motivos—Esas niñas son la razón por la que estoy estudiando derecho.
— Papá tenía razón, ibas a buscarlo.
— ¿Vas a juzgarme?
— Sólo...no lo entiendo, no puedes tomar ningún caso, eres una estudiante...
— La madre de Jimin tiene mucho poder—bebió algo de agua dirigiéndose al cuarto que compartía con otra chica—Ella podría haber conseguido que JiYeon regresara con su padre, pero tiene la esperanza de que Jimin reaccione, le había dado un tiempo límite hasta que aparecí.
— ¿Qué me dices de las niñas?
— Ellas están grandes, están más hermosas que antes, tenías que verlas, JeongMin me reconoció, sigue diciéndome omma y JiYeon...—sonrió más, aunque al recordar un detalle borró la sonrisa—Taemin intentó lastimarla.
— ¿La golpeó?
— No, pero si llega a pasar lo mataré—respiró profundo—Se supone que mañana por la mañana veré a Jimin en casa de su madre y no estoy nerviosa, estoy en calma.
— ¿Qué pasará con tus clases?
— Comienzo la próxima semana, tranquilo, no arruinaré mis asistencias—tomó asiento en su cama dejando el vaso en la mesa de noche—Dile a papá que todo está bien, te llamaré luego.
— Sora.
— ¿Mmm?
— Ten cuidado.
Ella sonrió un poco.
— Lo tendré.
Jimin había pasado la noche en casa de su madre, JeongMin parecía más feliz allí (o también se debía al hecho de haber visto a Sora y recordarla vagamente), no dijo nada a su padre porque su abuela se lo había dicho, la mujer fue la encargada de llevar a la niña a la escuela, Jimin se tomó su tiempo para bañarse y prepararse el desayuno.
Recordó las palabras de Hoseok el día de ayer, aunque no quisiera admitirlo, tenía razón. Si a él llegaba a pasarle algo, JeongMin quedaría sin padres porque a JeongYeon no le interesaba en lo absoluto la pequeña.
Había días en los que Jimin quería hacer de todo, mandar al carajo todo y hacer sus propias reglas, ser más osado, pero entonces en otros días, el chico quería pasar la eternidad en su cama.
Cuando el timbre de la casa sonó, Jimin secaba sus manos, acomodó su cabello castaño con sus manos y se dirigió a la puerta, tomó un profundo respiro antes de abrir.
De nada sirvió respirar profundo, aquella aparición hizo que perdiera el aliento. (Y ella igual)
— ¿Sora?
Escuchar su nombre de nuevo se sintió raro pero familiar, había estado tan serena cuando salió de la residencia y ahora se sentía insegura además de nerviosa. Calló las voces en su cabeza aferrando su mano a la correa de su bolso, Jimin miró su cabello corto admitiendo que le quedaba más que bien.
Quiso abrazarla, pero no lo hizo porque no lo merecía, él no merecía abrazarla. Quiso besarla y por supuesto, tampoco lo haría.
— Señor Park—hizo una reverencia. De nuevo se sentía que viajaban en el pasado, justo a hace dos años cuando Jimin la conoció como su ama de llaves—Su madre me pidió que viniera.
— ¿Mi madre? —frunció el ceño—Espera, ¿Mi madre sabía que habías regresado? —entonces comprendió— ¿Tú eres mi...abogada?
Y ella deseó negarlo, pero no lo hizo.
Jimin sirvió algo de jugo para Sora tomando asiento junto a ella en el comedor, no dejaba de mirarla más de lo debido, estaba en shock, ¿Por qué su madre no le dijo nada sobre Sora?
— ¿Cuándo volviste?
— Hace un día—revisó los documentos que le había pedido a Jimin y que la señora Park le había hecho llegar por correo.
— ¿Y ahora eres abogada?
— Tengo dos años en la carrera de derecho—contestó sin verlo— ¿Su madre tardará mucho?
— No lo creo, fue a llevar a JeongMin—sonrió un poco—Se alegrará de verte.
— Ya lo sabe, la vi ayer al igual que a JiYeon—aclaró su garganta—Escucha, ¿JeongYeon sigue siendo modelo?
— Sí.
— ¿Y Taemin a qué se dedica?
— No lo sé, tengo entendido que no está trabajando.
— De acuerdo—anotó algunos detalles— ¿Entonces ella gana más que tú o casi igual? —fue entonces que lo miró. Jimin tenía su cabeza apoyada en su puño y la veía con ojos tan...tiernos que a Sora le aceleró el corazón.
— Sé que no debo preguntar esto, pero... ¿Por qué no respondiste mis mensajes y llamadas?
— Mi celular se dañó.
— ¿Enserio? Sora, yo...lo...
— Enfoquémonos en el caso—apartó la vista—Para empezar la custodia de JiYeon puede volver a ser tuya, aquí ya está la primera falla, en todo divorcio con niños involucrados la custodia se queda con quien tiene la mejor posición económica.
— Sora...
— Ellos tienen toda la obligación de darte la custodia de la niña por obvias razones.
— Sora...
— Claro que, esto se aplica en Corea, Taemin es algo nulo en este juicio...
— Lo siento mucho.
Sora tragó con dificultad.
— Así como es nula tu disculpa—calló. Jimin ahora se sentía nervioso con esa mirada y Sora realmente se había esforzado en quedarse callada.
— Lo que dije estuvo mal, es obvio, lo dije estando molesto, exploté con la persona incorrecta, no debí ser así, yo...
— Hubiera sido bonito que lo hubieras pensado en ese momento y no dos años después—bufó negando con la cabeza. Cuando se propuso a escribir, Jimin tomó su muñeca— ¿Sabes que fue lo más cruel y triste? —se soltó—Por un momento fui lo mejor para alguien y por dos años fui la destrucción para ese alguien-sonrió con tristeza.
— Eres lo mejor para mí.
— No, soy lo peor para ti.
— Estaba molesto en ese instante, no creas en esas palabras...
— Los hombres son tan idiotas, enserio—negó con la cabeza— ¿Creen que por ser mujeres olvidamos cualquier cosa? —lo miró—No volví por ti, no hago esto por ti, hago esto por esas dos niñas, hago esto porque JiYeon está sufriendo maltratos de Taemin, hago esto porque JeongMin quiere ver a su hermana y hago esto porque no quiero ser la destrucción de esta familia—para entonces sus ojos contenían las lágrimas. Jimin no esperó escuchar lo siguiente—No me importas, Park Jimin. No me importas en lo absoluto.
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