En la residencia de la familia Dubois Davis, Victoria cuidaba con esmero a Izan. Él era el único que podía revelar lo que paso el día del incendio.
—Izan, despierta, tienes que sobrevivir —musito Victoria pensando en la esperanza de que su Nora se hubiera apiadado de su sobrina y ella estuviera con vida —Emmet abrazó a Victoria por la espalda, ella se giró para mirarlo —¿crees que tenga alguna posibilidad? Ya han pasado tres semanas desde el incendió, Izan no da señales de que pueda despertar del coma.
Emmet frotó con suavidad los brazos de su esposa.
—Hice todo lo que pude para salvarlo, ahora todo depende de él, así como puede despertar en unos días, puede hacerlo en semanas incluso meses, pero hay algo más que me preocupa —Victoria entrecerró sus cejas —aunque Izan despierte y se
