Ámbar se esforzó con ayuda de Amy y Meli, a comprar todo lo necesario para la reunión de aquella noche, comida, bebidas, todo, aunque sería una reunión bastante íntima quería que todo fuese muy hermoso, sus amigas se fueron argumentando que debían prepararse para volver, cada una con sus respectivas parejas, aquello oprimió el corazón de Ámbar, estaba feliz por Melina, quien se veía más radiante y alegre desde que había comenzado su amorío con aquel hombre maduro, estaba feliz por Amy, quién ni cabía de la dicha ante todos los planes que tenía a futuro con Markus, si, estaba feliz, pero aquello no hacia mas que recordarle su infelicidad, su soledad y la ausencia de Samuel, a quien no dejaba de extrañar ni por un instante. Los primeros en llegar fueron Amy y Markus. —¡Estoy feliz de que

