Suspiro con cansancio, estiró mis brazos en la cama sin saber qué hacer. ¿Qué hago? Mis tareas están terminadas, Bia está ocupada hoy con su padre, Caleb no sé donde está. Estoy aburrida. —Qué aburrido .—Me quejo nuevamente. Con pereza en todo mi cuerpo salgo de mi cómoda cama, tengo hambre. Hoy es domingo y no se que hacer, ¿Salir a fiestas? No, quiero hacer algo diferente, hacer siempre lo mismo cansa. Camino con desgana hacia la cocina buscando algo de comer. Abro la nevera encontrando pizza congelada, la tomó sacándola, colocándola en un plato y al microondas. Muerdo mis labios con una pequeña sonrisa, ¿Quién lo diría? Qué las cosas cambiarían tanto entre Caleb y yo, sólo han pasado algunas semanas, pero siento que ha sido una eterna, la etapa donde éramos hermanos se ve ahora

