Capítulo XIX continuación – Lo sé papi, pero te puedes ir con nosotros a casa. – No puedo campeón, pero tratare de ir a verte siempre que tenga tiempo. – ¿Me lo prometes? – Claro que sí. – No me gusta cuando los adultos gritan, me asustó. – Lo sé, y lo siento, no volverá a pasar. – Esta bien. ¿Vamos a comer? – Si claro, vamos. — Lo tomo en mis brazos y regreso con él a la sala donde nos esperan todos, Anne tiene otra cara, veo que el hablar a solas con Paúl le hizo bien. Debo mejorar mi trato con ella, en el trabajo poco nos vemos pero cuando eso sucede es muy profesional, me gusta que no mezcle las cosas. – ¿Podemos pasar al comedor? —pregunta Emil—. – Si claro, se enfriaran las pizzas —caminamos al comedor—. – ¿Estamos bien Anne? – Si Darío, lo estamos. – Perfecto. – Tía

