Love and Art

Love and Art Capítulo VII

Capítulo VII Darío Olsson (actualidad)

— ¿En qué momento me dormí? En realidad necesito tomarme unos días de descanso, voy a verificar esas propuestas el lunes como me dijo Mathias y luego me tomaré unas vacaciones, es necesario, no todo es trabajo. Son las tres de la tarde, el tiempo pasó volando, ¡Ah! Recuerdo que Mathias llevaría a Emil al hospital hoy y tengo un café pendiente con Anne, llamaré a Mathias antes.

Mathias.

Darío, ¿Dónde estabas? Nos tenías preocupados, fuimos a tu casa, tocamos la puerta muchas veces, te marcamos al móvil y nada.

Me quedé profundamente dormido, lo siento, ¿Fuiste con Emil al médico?

Claro viejo.

¿Y qué pasó? ¿Qué tiene?

Tenías razón, está embarazada.

¡Enhorabuena! Felicidades, ¿Ella como está?

Aún lo procesa, ya hablé con Paúl y está alegre con la noticia.

¿Tú lo estás?

Claro, pero no es fácil.

¿Pueden venir a mi casa y cenamos aquí? Yo invito.

Claro, le avisaré a Paúl.

Genial, me arreglaré y llamaré a Anne, no se que es lo que me quiere decir y me tiene pensativo.

Vale, ahora nos vemos. Adiós.

Un abrazo a Emil.

— Corto la comunicación, le envío un mensaje a Anne y está me responde enseguida, nos veremos en una hora en el café que está cerca de la casa. Me echo una ducha rápida y mejor cambio de idea, prefiero invitarla a comer, quizás ella ya lo hizo pero yo no y tengo mucho apetito, si ella ya almorzó entonces que me vea comer a mi —río— ¿En realidad que será eso qué quiere decirme Anne? Bueno, ya lo sabré.

— Ya voy de camino al café donde se supone me está esperando Anne y allí está, estacionó cerca pero no me bajo, abro la puerta del copiloto desde mi puesto.

– Hey —la llamo y me mira— sube —camina hacía el coche, Anne es una mujer muy bella al igual que Emil, Anne es rubia y Emil morena, ambas son flacas con cuerpos hermosos, que afortunados son mis amigos—.

– El café está allí —señala— Paúl me recogerá aquí.

– Cambio de planes mi reina, yo no he almorzado y muero de hambre.

– ¿Y a mi qué?

– Vamos al McDonald's más cercano, prometo invitarte.

– Oh gracias, ya comí.

– Lo imaginé, me ves comer a mi entonces —río—.

– ¿Me tengo que reír?

– Anda, sube ya, te invito un helado, pero sube al coche que el tiempo pasa rápido y tenemos una cena que organizar.

– ¿Tenemos?

– Claro, nos reuniremos en mi casa y yo invité la cena, ¿Paúl no te aviso?

– Aún no.

– Ya lo sabes, ahora sube al coche Anne, ya le avisarás a Paúl para que nos llegue.

– Está bien.

— Sube al coche y arrancó, diez minutos después estoy aparcando en McDonald's, debe ser siempre comida rápida. Pido dos hamburguesas, papás fritas y un refresco para mi, pido un helado para Anne, me lo entregan y nos vamos a una mesa.

– ¿Tanta hambre tienes?

– Así es, me quedé totalmente dormido.

– ¿No descansaste anoche?

– La verdad no, cuando llegue a casa anoche no tenía sueño, por lo que me puse a pintarle el cuadro a Paúl, cuando me di cuenta eran las siete de la mañana, me preparé un café con unos sándwiches y luego no supe más de mí hasta hace un rato.

– Vaya, con razón no te localizamos por ningún lado.

– Si, lo siento.

– ¿A qué se debe la cena de hoy?

– Por lo del bebé de Mathias y Emil.

– Tienes que lucirte con la cena.

– Pizzas —río y ella solo me mira— vamos Anne, no seas amargada y aburrida.

– Tu aburres con tus pizzas.

– Son ricas.

– Claro —lo dice con sarcasmo—.

– En fin cuéntame tú, ¿Qué es eso que quieres hablar conmigo? —pregunto y muerdo mi hamburguesa—.

– Verás Darío, anoche cuando hablaste de tu romance de hace años, me conmovió todo el drama y eso sí, pero llamo mucho mi atención y por eso decidí hablarte. Quiero que sepas que no sabía nada hasta anoche, para que no me juzgues.

– Termina de hablar Anne —pido impaciente—.

– Yo conozco a Leif —dejo de comer—.

– ¿Cómo qué la conoces?

– Si Darío, ella y yo fuimos juntas a la universidad antes de conocer a Paúl, yo vivía en Noruega, si es la misma Leif claro, como la describes, podría decir que estamos hablando de la misma persona. De hecho aún tengo contacto con ella, no conoce a Paúl, sólo sabe que me residencia aquí en Suecia por mi trabajo y mi novio.

– ¿Tienes alguna fotografía de ella?

– Si claro, te muestro —saca su móvil y me muestra a una Leif totalmente hermosa, el cabello un poco más corto pero su cara sigue igual, si es ella, por supuesto que es ella—.

– Es tan hermosa.

– Continua con tu hamburguesa, que falta más.

– Perdí el apetito, continua.

– Bien, como quieras. Ella está aquí en Suecia, llegó hoy —mi mundo se paraliza— al llegar aquí me escribió, tiene un evento especial, de él depende su carrera profesional.

– ¿Dónde será el evento? —pregunto—.

– El evento será el lunes por la tarde en la nueva agencia de modelaje, no se exactamente dónde queda.

– Yo sé muy bien cuál es, de hecho creo que Love and Art está invitada a ese evento.

– Lo esta si, lo notifique hace un par de días —si, Anne trabaja para mi—.

– ¿Entonces asistiremos a ese evento?

– Sólo permiten la entrada de los dueños de las empresas y sus mejores socios.

– Tú puedes asistir como pareja de uno de los socios.

– Si, pero asistiré porque Leif me lo pidió.

– Vaya, no deja de sorprenderme, genial entonces.

– Si, Darío deja que Leif te explique el motivo de su abandono, te repito, no lo supe hasta anoche, pero Darío, Leif tiene una vida.

– ¿A que te refieres con que tiene una vida?

– Me refiero a que tiene una familia, no conozco a su esposo ya que nunca me ha hablado de él, pero tiene un hijo, un bebé hermoso —siento que mi mundo se derrumba— ¿Te encuentras bien?

– ¿Un hijo? ¿Leif tiene un hijo?

– Lo siento Darío, quizás yo no sea la más indicada para decirte esto, pero por favor no la perturbes si, de ese evento depende su carrera.

– ¿Tienes fotos de ese niño?

– Claro —me muestra una fotografía donde está Leif con el niño, es tan hermoso como su madre, pero algo llama mi atención, no, no puede ser— ¿Ocurre algo?

– ¿Qué edad tiene ese niño?

– Oh vamos Darío, no estarás pensando que…

– De hecho si lo estoy pensando —la interrumpo— ¿Qué edad tiene Anne?

– Dos años Darío, dos años y medio —ahora siento que el mundo deja de girar—.

– Ese niño es mi hijo.

– No saques conclusiones Darío, ¿Te encuentras bien? —veo que saca su móvil y marca un número—.

– No, no estoy bien, necesito ir a buscarla antes de ese evento.

– No, no puedes, aguarda un momento.

Amor, estoy en el McDonald's que está cerca de la casa de Darío, ¿Estas cerca? Perfecto, aquí te espero —suelta el móvil—.

– Paúl llegará aquí en cinco minutos.

– Me importa un rábano Paúl Anne, dime ya mismo donde está Leif en este momento.

– No te lo diré Darío, ¿Qué estás pensando?

– Por favor Anne, necesito saberlo.

– Deja que sea ella la que te busque y te lo explique todo, recuerda que tiene un evento muy especial, no la puedes perturbar, te dije que tiene familia.

– Lo escuché, y lo escuché muy bien.

— Me echo hacia atrás, la comida está casi entera, de pronto perdí todo apetito que sentía, no puede ser posible que Leif tenga un hijo, un hijo de dos años y medio, el tiempo que hace que me abandono, sólo tiene dos explicaciones, o se marchó porque estando conmigo conoció a otra persona y realmente no me quería lo suficiente, o se marchó porque ya estaba embarazada de mi y pensaría que un embarazo sería una carga para mi. Siento un poco de ira en este momento, no se que pensar, ambas opciones me hacen poner muy mal.

– Hola amor —dice Anne—.

– Mi vida —responde Paúl— ¿Qué sucede? ¿Qué tienes hermano?

— Es Leif.

– ¿Leif? ¿Ella que tiene que ver aquí?

– Yo conozco a Leif.

– ¿Tú? ¿Y por qué nunca lo dijiste?

– No sabía nada hasta anoche.

– Entiendo, pero a la vez no entiendo, ¿Qué sucede exactamente? ¿Por qué Darío está así?

– Leif regreso, está aquí en Suecia, llegó hoy.

– ¿Y cómo es que tú lo sabes?

– Bien, te diré lo mismo que a Darío, conocí a Leif en Nordland - Noruega cuando vivía allí con mis padres antes de conocerte, yo asistía a la universidad y allí conocí a Leif, cuando anoche Darío hablo de ella y de lo que estudiaba supe que era ella, se que las coincidencias muy poco existen, pero por eso le dije a él que necesitaba hablarle, le mostré una fotografía y evidentemente, si, estamos hablando de la misma persona, lo cierto es que luego yo me vine a Suecia pero ella quedó en Nordland, seguimos siendo amigas, eso sí, ella nunca me ha mencionado a Darío, ni nada que tenga que ver con Suecia ni mucho menos Norrbotten.

– Guao amor, que sorpresa, entiendo, ¿Pero eso es motivo suficiente para que el esté tan pensativo?

– En parte si lo es, sólo que como te dije, Leif y yo somos buenas amigas y me dijo que ya está aquí en Suecia por un evento especial al cual está invitado Love and Art, pero Darío insiste en querer verla antes, pero si lo hace podría desestabilizarla y así no podría concentrarse en su trabajo.

– Anne tiene razón viejo, debes calmarte, ya habrá tiempo.

– ¿Y si no lo hay? ¿Y si se marcha enseguida?

– No lo hará Darío, me dijo que se quedará varios días, ya que tiene muchos pendientes acá en Suecia.

– Amigo, igual debes esperar a que sea ella la que te busque.

– ¿Y si no lo hace?

– Lo hará —responde Anne—.

– Vamos, acaba con la comida y vamos a tu casa.

– No tengo ganas de comer.

– Sólo probaste la hamburguesa.

– Lo sé, pero no quiero, sólo necesito ver a Leif y saber todo.

– ¿A qué te refieres con todo exactamente? ¿Hay algo más que no sea solo su abandono?

– Si amor, hay más, pero vamos a casa de Darío, llamamos a Mathias para que nos llegue allí, una vez estemos todos podremos hablar.

– Bien, esperaré entonces. Luego encargaremos unas pizzas.

– Vamos Darío ¿Puedes conducir o llevo tu coche?

– Puedo conducir Anne gracias, ve con Paúl.

– Me encantaría ir con mi novio, pero no te dejare sólo, no en esas condiciones.

– Anne tiene razón, ¿Te sentirías más cómodo conmigo y que Anne lleve tu coche? ¿O vas con Anne?

– Prefiero conducir mi coche y vas conmigo y que Anne lleve tu coche.

– Como sea, pero vamos ya —dice Anne—.

— Salimos del lugar y subo a mi coche junto a Paúl, este llamo a Mathias y quedó en vernos en mi casa, arrancó el coche rumbo a casa, no paro de pensar, son tantas cosas que creo que pueda colapsar y esperar siento que no puedo.